Viaje escocia -islas orcas y hébridas exteriores



Yüklə 1,25 Mb.
səhifə2/24
tarix12.10.2018
ölçüsü1,25 Mb.
#73937
1   2   3   4   5   6   7   8   9   ...   24
N 51.40801 // W 0.34523.

Nuestra intención para llegar hasta Hampton era para ver el Court Palace, horario de 10 a 18.00 horas, precio £51.70 (tarifa familia 2 adultos 2 niños).

En la taquilla del palacio nos atiende una chica española y nos ofrecen la posibilidad de sacarnos un billete combinado para visitar los tres palacios principales este de Hampton el Court Palace + la Torre de Londres + Kensilton Palace por 91 £, pero debemos de perder algún tiempo en poner todos los datos de la familia en el cuestionario del English Heritage, lo que nos impediría la visita a este palacio porque cierra media hora antes. Optamos por no perder el tiempo y el pago con la tarifa oficial y acceder enseguida al palacio.

Siempre mencionamos que los viajes se plantean como una continuación de otro anterior, es como tirar de un hilo de una rueca. En el último gran viaje que fue en Semana Santa por Italia donde visitamos la ciudad de Mantua y allí conocimos como el rey Carlos I de Inglaterra se había quedado con una parte importante de la colección de arte de los duques de Gonzaga que vivían en la ciudad italiana y que habían conseguido atesorar la mayor colección de obras de arte del mundo, gracias a su afición como coleccionistas y además porque eran los mecenas de los mejores pintores italianos del renacimiento.

Uno de los pintores patrocinados por los duques fue Andrea Mantegna, maestro entre los maestros de la pintura italiana. En el museo de la ciudad de Mantua tuvimos oportunidad de poder ver la serie de frescos titulados “Los triunfos de Mantegna” en aquella ciudad pudimos ver el conjunto completo de los nueve frescos pintados y copiados del original por Mantegna entre 1486 y 1492 en las copias originales del siglo XVII, que se encuentra en una casa en Via Mazzini en 1926. La serie, esta dedicada al poema de la antigüedad de Mantegna, son las victorias de César para celebrar las virtudes de la guerra de Francisco II. Y se considera un hito en el patrocinio italiano y fue la obra más valiosa de la colección Gonzaga, que los originales se conservan en Hampton Court Palace.

Bueno pues ya tenemos el hilo conductor del viaje donde pudimos ver las copias de los frescos y ahora hemos llegado a la ciudad de Hampton para poder ver los frescos originales del Maestro Andrea Mantegna qué fueron sacados de una forma un tanto oscura de Mantua y llegaron a Inglaterra a las manos de Carlos I.

Estoy totalmente en contra de este tipo de transacciones que han sufrido históricamente el arte mundial y qué al final desemboca en museos de países que las adquieren o por dinero o por las fuerzas de sus ejércitos.

Aunque también la historia es caprichosa, en este caso, la colección de Mantua fue a parar a las colecciones reales de las cortes europeas, y una gran parte a la corte de Carlos I de Inglaterra, pero como digo la historia nunca está escrita su final, gracias a ello todas las que salieron de la ciudad se salvaron, la mayor parte de las que se quedaron fueron destruidas durante la guerra y, de esta forma las que se marcharon y están en museos europeos ahora podemos admirarlas.

La colección de pinturas de Carlos I de Inglaterra es una de las más famosas de la historia del arte, por dos razones: la calidad de las obras que la formaron y la novelesca historia de su dispersión.

La afición del rey ingles por el arte obedece a la figura de George Villiers, duque de Buckingham, quien despertó el interés de Carlos I por el coleccionismo cuando éste era aún príncipe de Gales. En 1623 viajó a Madrid para pedir la mano de la infanta María (hija de Felipe IV e Isabel de Borbón); volvió a Inglaterra frustrado en su empeño, pero inspirado por la gran colección de pintura de los Austrias españoles. El rey Felipe IV le entrego dos obras de Tiziano, “la Venus de El Pardo” que ahora se encuentra Musée du Louvre, París y el retrato “Carlos V con un perro” que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid, que despertaron en el príncipe de Gales la afición por el gran maestro veneciano. Durante su estancia en España mandó comprar en Génova los cartones de Rafael para la serie de tapices de Los Hechos de los Apóstoles (Victoria and Albert Museum, Londres). Poco después de subir al trono en 1625 hizo su adquisición más importante, una porción considerable de la colección de los Gonzaga, duques de Mantua, que era rica en obras de Mantegna, Tiziano y Correggio. Además, nobles ingleses y dignatarios extranjeros deseosos de ganarse su favor le obsequiaban con pinturas para conseguir sus favores.

Carlos I siguió los pasos de los Gonzaga y se convirtió en un mecenas eminente de los mejores pintores de su época: Pedro Pablo Rubens, huésped de la corte inglesa en 1629, y a Antonio van Dyck, nombrado pintor del rey en 1632. Durante una estancia en Londres, Rubens recibió el encargo de pintar una serie de telas para el techo de la Banqueting House de Whitehall, que sería una de sus realizaciones más renombradas (terminada en 1635). Las mejores pinturas de la colección del monarca se exhibían en dos de sus principales palacios londinenses, Saint James y Whitehall. Un inventario de las obras de Whitehall levantado en 1640 por su conservador Abraham van der Doort informa detalladamente sobre sus fondos. La actividad coleccionista de Carlos I se vio detenida por los sucesos que en 1642 desembocaron en la Guerra Civil Inglesa. Perdida la guerra, el 19 de enero de 1649 murió ejecutado por los parlamentarios, quienes decidieron vender su colección para liquidar las deudas de la Corona. La llamada Almoneda de la Commonwealth, que empezó en el otoño de 1649 y acabó en enero de 1654, sacó al mercado más de mil quinientas pinturas de la colección real, así como importantes tapices, esculturas y objetos de adorno. De las pinturas más famosas, muchas fueron adquiridas por el embajador español Alonso de Cárdenas para don Luis de Haro, marqués de Carpio y ministro principal de Felipe IV. Haro a su vez obsequió al rey con las mejores, que acabaron pasando al Museo del Prado. Entre ellas se cuentan El tránsito de la Virgen, de Mantegna, El Lavatorio, de Tintoretto, Moisés salvado de las aguas del Nilo, de Veronés, Sagrada Familia, llamada «la perla», de Rafael, y Autorretrato, de Durero. Otros cuadros importantes fueron comprados para el cardenal Mazarino y el banquero franco-alemán Everhard Jabach y se encuentran en el Musée du Louvre de París.

Como digo la principal razón que nos trae a este palacio es poder contemplar la obra original de Andrea Mantegna que se titula “Los triunfos del César”, que ilustra un grandioso desfile militar (Triunfo romano), con Julio César sentado en un carruaje y multitud de abanderados, músicos y demás figuras portando armas y objetos valiosos.

Para este ciclo Mantegna pintó nueve lienzos en un periodo largo, aproximadamente entre 1485 y 1505, y se supone que a su muerte en 1506 quedó inacabado, ya que luego se sumó un décimo cuadro debido a otro autor siguiendo presumiblemente bocetos dejados por el maestro. Para la exhibición de la serie se construyó una galería en el Palacio de San Sebastiano, uno de los edificios del gran complejo ducal de Mantua (Italia). Son lienzos de gran formato (de 2,66 x 2,78 metros cada uno) pintados con una mezcla de témperas, clara de huevo y cola. De los diez subsisten actualmente los nueve de Mantegna; por suerte el diseño del décimo (Los senadores) se conoce gracias a diversas copias en grabado. A lo largo de un siglo el conjunto fue reproducido por diversos grabadores, como Giovanni Antonio da Brescia y Andrea Andreani, por lo que gozó de fama europea antes de moverse de su emplazamiento original.

En 1629 Carlos I de Inglaterra protagonizó una de las mayores compras artísticas de la historia: adquirió por 25.000 libras de la época una amplia selección de las mejores pinturas de los Gonzaga, incluyendo Los triunfos, que llegaron a Hampton Court al año siguiente y se colgaron en la llamada Lower Orangerie, un pabellón que se había erigido para la reina Mary II como invernadero de plantas exóticas.

Tras la ejecución de Carlos I, la colección real se dispersó y en parte se repartió entre sus múltiples acreedores, pero Oliver Cromwell decidió retener Los triunfos, junto con los igualmente célebres cartones de Los hechos de los Apóstoles, obra de Rafael Sanzio.

En el siglo XIX su estado de conservación era muy malo, y fueron sometidos a una lenta restauración entre 1962 y 1974, durante la cual fueron liberados de repintes ajenos a Mantegna. Esta intervención no se pudo efectuar al séptimo lienzo (Los prisioneros), porque apenas conservaba pintura original bajo los repintes y hubiese sido contraproducente eliminarlos.

Primer cuadro: “Los portadores de pinturas”. Corresponde con el avance de la comitiva que precede al emperador donde aparecen una serie de trompetistas que señalan los primeros miembros están acompañados de una serie de vagones que van cargados con el botín.

Dicen los historiadores que este desfile llego a durar varios días pasando los miembros de la comitiva. El desfile era tan rápido que los espectadores que estaban contemplándolo no tienen tiempo suficiente para poder ver con exactitud las obras de arte que portaban como cuadros, estatuas, tapices, etc.

Segundo cuadro: “Carros triunfales, trofeos y máquinas bélicas”. Dicen qué en el desfile había una representación de los trofeos de las ciudades capturadas, y se muestran las imágenes de las hazañas de la guerra. Estas imágenes eran tan grandes y numerosas que se necesitaron más de doscientos cincuenta carros para poder transportarlas.

Tercer cuadro: “Carro con trofeos y portadores del botín”. La imagen del cuadro correspondería según la historia con el desfile del segundo día donde se exhibieron un gran número de vagones con la más rica armadura de los macedonios, ambos de latón y acero, todas las piezas estaban recién pulidas y brillantes.

El desfile era el momento propicio para ensalzar el botín capturado formado por: el oro y la plata de monedas y lingotes, y cualquier otra cosa que habían capturado de ese tipo que formase parte de cómo un tesoro.

Después de la serie de vagones cargados con armaduras le siguió tres mil hombres que llevaron la plata para poder acuñarse en setecientos cincuenta armarios, cada uno de los cuales pesaban tres talentos, y era portado por cuatro hombres.

Cuarto cuadro: “Portadores de jarrones, toro del sacrificio y trompeteros”. En el desfile aparecieron portadores del botín y coronas, otros llevaban cuencos de plata, copas y vasos, todos dispuestos en un orden especial para que el desfile pareciese un espectáculo. Luego venían los porteadores con coronas que se habían otorgado al ejército como recompensa por su valentía en las conquistas de las ciudades, por los aliados, o por el propio ejército. Más adelante llegan los bueyes blancos.

Quinto cuadro: “Trompeteros, toros sacrifícales y elefantes”. Se dice que en el tercer día, por la mañana temprano, los primeros, eran otra vez las trompetas, que esta vez no sonaban como solían en una procesión o en una entrada solemne, pero la cantidad utilizada por los romanos servían para alentar a los soldados a luchar. A continuación siguieron los hombres jóvenes vestidos con bordes adornados, que condujeron al sacrificio de ciento veinte bueyes, con sus cuernos dorados, y sus cabezas adornadas con cintas y guirnaldas; y con ellos iban niños que portaban cuentas de plata y oro que se empleaban en los ritos romanos.

Sexto cuadro: “Portadores de cascos, trofeos y armaduras”. Más adelante aparecían portadores del botín con monedas, trofeos y armas. Llevaban unos vasos llenos de monedas de oro que pesaban tres talentos, otros que contenía la plata, hasta completar en número de setenta y siete. Estos fueron seguidos el cuenco consagrado que pesaba diez talentos, y fue llenado con piedras preciosas. A continuación, se expusieron a ver las copas de Antígono y Seleuco, y las de la Thericlean, y toda una placa de oro que era tan gran que se empleaba en la mesa de Perseo. Junto a éstos llegó el carro de Perseo, en el que se colocó su armadura y su diadema.

Séptimo cuadro: “Los prisioneros”. Y después se produjo un pequeño descanso, donde aparecieron los hijos del rey que habían sido cautivos, y con ellos una comitiva con sus asistentes, maestros y profesores, todos derramando lágrimas, y extendiendo las manos a los espectadores, y los propios niños también piden y suplican su compasión. Había dos hijos y una hija, cuya tierna edad les hizo poco sensibles de la grandeza de su miseria, que muy a la insensibilidad de su condición se vuelve con desprecio la escena. Perseo apenas se consideraba a medida que avanzaba, mientras con mucha pena fija los ojos de los romanos sobre los recién nacidos; y muchos de ellos no pudiendo soportar las lágrimas, y todos lo contemplaban el desfile con una mezcla de dolor y placer.

Octavo cuadro: “Músicos y portadores de estandartes”. Aparecieron los músicos vestidos con hábitos morados precediendo a los estandartes; después un coro de músicos y gaiteros, imitando una procesión de los Etruscos, vestidos con grandes cinturones y coronas de oro, y marchaban de forma militar cantando y danzando. Se hacen llamar Lydi porque los etruscos eran una colonia de Lidia. Uno de ellos, en medio de la procesión, estaba vestido con un manto púrpura, pulseras de oro y un collar, provocó la risa al hacer varios gestos, como si estuviera insultando al enemigo.

Noveno cuadro: “Julio César en el carruaje”. Y por último apareció y después el propio general Julio Cesar encima de un carro adornado con una corona de oro y piedras preciosas, y vestidos, según la moda del país, con una toga púrpura bordada con estrellas doradas. Tenía a su lado un cetro de marfil, y una rama de laurel, que era el símbolo romano de la victoria. Montados en el mismo carro iban niños y niñas, y los caballos a cada lado de él le acompañaban hombres jóvenes, sus propios parientes. Luego seguían los que le habían servido en la guerra como secretarias, auxiliares, y escuderos.

Hemos entrado directamente hasta la sala donde se exponen Los Triunfos del Cesar para ver las magnificas pinturas de Andrea Mantegna porque hemos accedido al palacio muy tarde y no queríamos perdernos esta sala, se encuentra situada en la planta baja en uno de los laterales del Palacio, después de la visita pasamos otra vez por la puerta principal.

El palacio de Hampton Court fue construido para el cardenal Thomas Wolsey, trabajaba en la corte rey Enrique VIII, alrededor de 1514; en 1529, cuando Wolsey perdió el favor del rey, el palacio pasó al rey, que lo amplió.

El palacio se distribuye a lo largo de cuatro grandes patios, sin una organización regular, cada uno de ellos tiene un tamaño diferente. Actualmente entre el río y el palacio existe una amplia plaza, la “Outer Green”, que termina en un foso salvado por un puente que mandó construir Enrique VIII. Sobre el puente se pueden ver los escudos, sostenidos por leones y unicornios, del rey Jorge II, que dan a esta parte anterior a la portada de entrada, ésta recibe el nombre de “Trophy Gates”.

En un momento de la historia Enrique VIII la estableció como su residencia en 1536. Durante su construcción intervinieron artistas como G. de Maiano que decoró las torres octogonales con medallones de terracota. La entrada, modificada entre 1771 y 1773, se remonta a la primera fase del palacio y a su primer propietario: el cardenal Wolsey, que ordenó construir la residencia en 1515. En cuanto a la decoración, trata tanto motivos heráldicos como animales mitológicos (grifos y unicornios).

Una vez traspasada la portada principal llegamos al gran patio que se llamo “Base Curt” o patio bajo, y corresponde con el primero de los patios interiores. Traspasado este se llega al Patio del Reloj, que se asocia al recuerdo de Ana Bolena. Junto a la parte que se remonta a la época de Wolsey y Enrique VIII, se levantó el edificio construido por Wren a partir de 1689. En el centro de las fachadas de Wren se situó un grupo de columnas corintias. Los dos patios mayores son los del Reloj y el de La Fuente. La “Great Hall” y la “Capilla Real” son dos joyas de este palacio. La primera fue encargada por Enrique VIII y fue acabada el mismo año en que ajusticiaron a Ana Bolena. La Capilla Real también fue embellecida por Enrique VIII, pero solo queda la bóveda, todo lo demás fue diseñado por Wren. A finales del siglo XVII se realizó una reconstrucción del palacio inspirado en el de Versalles y ejecutada por Christopher Wren. En 1730 se le añadieron unas esculturas con motivos de animales por William Kent.

Dentro de la Colección Real de pintura el primero de los cuadros que podemos ver “El Rey Fernando V de España”, obra de un pintor desconocido perteneciente a la escuela española, realizado en óleo sobre tabla, esta datado entre 1470-1520; tiene unas medidas de 37,3 x 27 cm.

Fernando fue nombrado rey de Castilla y llamado como Fernando V, reinando junto con su mujer la reina Isabel I, uniendo así ambas coronas. Y aún más importante serán las Cortes de Toledo de 1480, donde en su ley 111 se dice: “Pues por la gracia de Dios los nuestros Reynos de Castilla y de León y de Aragón son unidos, y tenemos esperanza que por su piedad de aquí en adelante estarán unidos, y permanecerán en una corona Real: E así es razón que todos los naturales de ellos traten y comuniquen en sus tratos y facimientos”.

Su hija Catalina quiso desposarla con Arturo, príncipe de Gales y, tras la temprana muerte de éste, con su hermano, el futuro Enrique VIII de Inglaterra.

El siguiente cuadro “Reina Isabel I de España”, obra de un pintor desconocido perteneciente a la escuela española, realizado en óleo sobre tabla, esta datado hacia 1500; tiene unas medidas de 37,4 x 27 cm.

Es posible que esta pintura con la anterior llegara a Inglaterra como un regalo en el momento del matrimonio de Catalina con el príncipe Arthur, el hermano mayor de Henry, quizás fueron enviados como regalos diplomáticos durante las negociaciones para el matrimonio. Este retrato muestra a Isabel I en las tres cuartas partes contra un fondo azul, usando un paño bordado ricamente revestido de oro, un gorro blanco y un collar de oro de doble cadena con un rubí y perla colgante. Tiene un libro cerrado en ambas manos, con el pulgar de la mano derecha marca una página. Por lo general el libro es un texto religioso, se utiliza para representar la piedad de una mujer y se asocia particularmente con los retratos de las mujeres. Este retrato es uno de los tres cuadros que muestran sorprendentemente similares imágenes de Isabel I que lleva un paño de oro vestido, gorro blanco y pendientes de piedras preciosas y sosteniendo un libro.

El siguiente cuadro “La Familia del rey Enrique VII”, obra de un autor desconocido, esta datado entre 1505 y 1509, realizado en óleo sobre madera; tiene unas medidas de 142,2 x 146,1 cm.

El cuadro muestra de una forma muy alegórica la familia de Enrique VII e Isabel de York. En el mismo aparecen siete de sus hijos, incluyendo los tres que murieron muy jóvenes: Edmund, Elizabeth y Catherine. Además se puede ver a San Jorge y un dragón.

El siguiente cuadro “El príncipe Arturo”, obra de un autor desconocido, esta datado hacia el año 1500, realizado en óleo sobre tabla.

Catalina de Aragón se casó con el príncipe Arthur, el hijo mayor del rey Enrique VII de Inglaterra, cuando solamente tenía 15 años de edad en el momento del matrimonio. Veinte semanas después, el príncipe Arthur murió. Catalina juró que su matrimonio no había sido consumado. En esos momentos su hermano de 10 años Henry, pareció un buen repuesto para un matrimonio tan desdichado. El rey Enrique VII, ansioso por fortalecer la alianza entre España e Inglaterra, ofrece el reemplazo. El joven Enrique se convierte en el nuevo heredero del trono de Inglaterra, para que pudiera casarse con la viuda de su hermano era necesaria una dispensa del Papa para anular el anterior matrimonio.

El siguiente cuadro “El Encuentro de Enrique VIII y el emperador Maximiliano I”, obra de un autor desconocido, realizado en óleo sobre tabla, esta datado en 1513.

El cuadro muestra el encuentro en que Enrique VIII formó una alianza con el emperador Maximiliano I. Esta pintura registra su reunión y los principales acontecimientos relacionados con la primera campaña de Enrique VIII contra los franceses en 1513. La composición consta de una serie de bandas horizontales. El emperador y el rey, tanto a caballo, se reúnen en el centro del primer plano. Se muestran de nuevo en la media distancia, de nuevo a caballo, entre las divisiones de infantería y artillería. El escudo de armas del emperador aparece en la carpa a la izquierda y la de Enrique VIII en la tienda a la derecha. Justo por encima del centro se representa la batalla de los Spurs en el momento del enfrentamiento, mientras que en el fondo aparecen las localidades de Thérouanne (izquierda) y Tournai (derecha) está en estado de sitio. El éxito militar y la gloria era importante para Enrique VIII y contó altamente en su política exterior. Esta pintura sigue con la tradición de los antepasados de Enrique VIII en la grabación de eventos significativos en el reinado de un monarca.

El siguiente cuadro “El emperador Maximiliano I”, obra de un autor desconocido, es una copia del retrato pintado en 1510, óleo sobre tabla.

Maximiliano I de Habsburgo (Austria, 22 de marzo de 1459-12 de enero de 1519), rey de los romanos y emperador electo del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1508 hasta su muerte.

Archiduque de Austria. Hijo del emperador Federico III y Leonor de Avis, se casó con la heredera de la Casa de Borgoña, la Duquesa María, hija única de Carlos el Temerario

El siguiente cuadro “La batalla de Spurs”, obra de autor desconocido, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1513.

El cuadro muestra la batalla con el triunfo militar de Enrique VIII en Francia. El 16 de agosto 1513 fueron derrotadas las tropas francesas de Luis XII de la localidad de Therouanne por un ejército combinado de las tropas imperiales inglesas y. el emperador romano Maximiliano I que luchó del lado del rey Inglés. La velocidad con la que se retiró la caballería francesa dio el caso de su nombre: La batalla de los Spurs. En esta representación Enrique VIII se presenta a caballo en el centro del cuerpo a cuerpo. El francés Chevalier Bayard se arrodilla ante él en señal de rendición.

El siguiente cuadro “Embarque de Enrique VIII en Dover”, obra de autor desconocido, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1545.

Esta pintura muestra a Enrique VIII en el momento de zarpar desde el puerto de Dover a Calais el 31 de mayo 1520 para conocer a Francisco I. Enrique VIII se muestra de pie en uno de los buques con las velas de oro en el fondo. La falta de proporción artística en que representa el tamaño de los barcos puede ser una forma intencionada para transmitir la naturaleza impresionante de este viaje, y la magnificencia abrumadora de la corte inglesa. El castillo de Dover se representa en la esquina superior izquierda, y dos torres de vigilancia redondas en el primer plano. Probablemente fue encargado por Enrique VIII para conmemorar el fastuoso evento y puede haber sido creado como una pieza complementaria.

El siguiente cuadro “El campo de la Tela de Oro”, obra de autor desconocido, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1545.

La reunión entre Enrique VIII y Francisco I, este cuadro recibió el nombre el Campo de la Tela de Oro, conmemora el 7 de junio de 1520, en un valle posteriormente llamado el Val d'Or, cerca de Guisnes al sur de Calais. El evento deriva su nombre de la suntuosidad de los materiales utilizados para las carpas, pabellones y otros muebles. Fue un espectáculo de la mayor magnificencia y varios artistas responsables de esta pintura ha hecho un resumen visual bastante exacto de las distintas fiestas que tuvieron lugar durante la reunión de los dos reyes.

La comitiva inglesa en la localidad de Guisnes, se encuentra representado en la mitad izquierda de la pintura. El rey entró en la ciudad el 5 de junio acompañado de Catalina de Aragón, que parece no estar representada en la procesión. Varios miembros de la corte del rey a caballo pueden ser identificados: Sir Thomas Wriothesley, rey de la liga de armas, y Thomas Gray, marqués de Dorset, que lleva la espada, preceden al rey. Wolsey está al lado, portando una cruz. Catalina de Aragón puede ser la figura femenina que aparece en la carpa de la extremo derecha y ella puede estar, acompañada por las damas de honor.

El siguiente cuadro “La batalla de Pavia”, obra de autor desconocido, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1530.

La batalla de Pavía se celebró el 24 de febrero de 1525 entre el ejército francés al mando del rey Francisco I y las tropas germano-españolas del emperador Carlos V, con victoria de estas últimas, en las proximidades de la ciudad italiana de Pavía.

El siguiente cuadro “El palacio de los Tudor Hampton Court”, obra de autor desconocido de la escuela inglesa del siglo XVII, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1640.

Una vista panorámica del palacio Tudor de Hampton Court, desde el río Támesis, en la esquina izquierda se puede ver en el horizonte, los edificios están en la derecha; un transbordador circula por el río, a la izquierda, hay una barcaza a remos conducida por doce remeros; aparecen cisnes a la derecha.

El siguiente cuadro “Henry VIII”, obra del pintor Joos van Cleve, realizado en óleo sobre tabla, esta datado en 1535; tiene unas medidas de 69,9 x 59,7 cm.

Entre 1528 y 1535 Joos van Cleve no figura en los registros del gremio de pintores de San Lucas, periodo que pudo haber pasado efectivamente en Francia, desde donde quizá viajase a Inglaterra para retratar a Enrique VIII, atribuyéndosele en este momento numerosos retratos, siempre sobrios en sus recursos.

El siguiente cuadro “Ana Bolena”, obra un pintor anónimo ingles, realizado en óleo sobre tabla, esta datado en el siglo XVI.

El cuadro representa el retrato de Ana Bolena (1507-1536), está mirando ligeramente hacia la izquierda, la cabeza girada la mitad hacia la izquierda, llevaba en el cuello una cadena de oro y un collar de perlas con un colgante de oro con la letra B con tres perlas colgantes, y un tocado decorado con perlas. Esta es una derivación de un tipo estándar de retratos de Ana Bolena de los cuales hay versiones en la National Portrait Gallery de Londres y en la Galería Nacional de Irlanda. Con las inscripciones: ANNA BOLLINA VXOR. Henrici. OCTAVI. (Esposa Ana Bolena de Enrique VIII).

El siguiente cuadro “Catalina de Aragón”, obra un pintor anónimo ingles, realizado en óleo sobre tabla, esta datado en 1500.

El retrato representa la Cabeza y los hombros con el retrato de Catalina de Aragón (1485-1536), tiene la cabeza girada hacia la izquierda y llevaba un vestido de terciopelo negro con un tocado de joyas y una cruz colgante con una sola perla.

Catalina de Aragón era una talentosa bordadora y continuó haciendo camisas para su marido, Enrique VIII, durante su proceso de divorcio en su contra. Aquí se presenta con una camisa de lino blanco está decorado con blackwork español, un estilo de bordado cree que tiene sus orígenes en los diseños geométricos árabes que se encuentran en España.

La primera parte del palacio que visitamos son los apartamentos de los reyes, una cartel informativo indica que esta parte fue devastada por un incendio el 30 de marzo de 1986 y fue rehabilitado gracias a la intervención de la reina el 8 de julio de 1992.

La gran escalera conduce a los aposentos de William III esta decorada con un gran fresco que ocupa todas las paredes donde se muestra la “Victoria de Alejandro sobre los Cesar”', obra del artista italiano Antonio Verrio. Los 12 Cesares representan las fuerzas católicas que William ha derrocado en la Revolución Gloriosa. William es el héroe plasmado en Alejandro. También hay una hermosa balaustrada de hierro forjado que fue diseñado por Jean Tijou, que era un cerrajero francés

La Sala de Guardia muestra una notable colección de armas en las paredes, como: fusiles, bayonetas, pistolas, espadas. Alabarderos de la Guardia estarían custodiando la puerta, controlando la presencia de los cortesanos antes de ser recibidos en la Cámara de recibimientos. Esta es la sala del trono oficial, donde en el centro está la presencia de la silla real bajo su dosel rojo, en el suelo una enorme alfombra turca. Entre la decoración podemos ver sobre la puerta una pintura clásica donde aparecen ruinas, obra del pintor Jacques Rousseau, esta datada en 1691.

La zona de los apartamentos de estado seria el lugar donde podían llegar los cortesanos muy bien vestidos, para celebrar reuniones, hacer chismes o simplemente jugar a la política.

A continuación viene la cámara privada donde sólo hombres de estado y cortesanos cercanos al rey se les permite la entrada. Se puede ver por las ventanas el espectacular Jardín Privado.

En las paredes están el tapiz titulado “La conversación del Procónsul”. El hechicero Elimas acaba de ser golpeado por Pablo el ciego porque trató de evitar que Bernabé y Pablo estuvieran hablando de la conversión del procónsul romano Sergio Paulo al cristianismo. Como resultado, el procónsul llega a creer en el Señor. El texto en el pedestal por debajo del procónsul describe la resolución de la historia; en la traducción, se lee “Lucio Sergio Paulus, procónsul de Asia, abraza la fe cristiana a través de la predicación de Pablo”. Esta escena, ilustra las diferentes misiones de Pedro y Pablo. La misión de Pablo era convertir los gentiles, mientras que la misión de Pedro es convertir los judíos.

El siguiente tapiz “La Pesca Milagrosa”. Según el Evangelio de San Lucas, Cristo elige a los pescadores Simón, Pedro y Andrés como sus primeros Apóstoles. Ellos han estado pescando sin éxito en el Mar de Galilea cuando Cristo aparece y le dice a Pedro que tire sus redes en aguas profundas. Ellos hacen una pesca milagrosa, enseguida sus barcos rebosan de peces. En otro barco Juan y Jaime luchan para levantar una red con una gran captura, mientras que su padre Zebedeo intenta mantener la red. Pedro reconoce a Cristo como un hombre santo y se arrodilla delante de él en una actitud de oración, mientras que Andrés se adelanta con sus manos extendidas ante el asombro de ver un milagro.

En la pared podemos ver el cuadro “Retrato de Carlos I”, obra de J.B. Williamson (1855-1868), esta dado en 1864.

Este cuadro es una copia del original pintado por Anthony van Dyck en 1636, el original se encuentra expuesto en el Palacio de Windsor.

Las tallas de madera adornan los apartamentos de Guillermo. Estas están muy elaboradas y son obra de Grinling Gibbons, un maestro artesano del siglo XVII.

La espectacular Gran alcoba no era donde dormía el rey, pero si se empleaba para ser vestido en público. Al lado, el pequeño dormitorio tiene un techo pintado por Verrio con un tema de la que le gustaba ver el rey a la hora de acostarse; aquí se representa a Marte, el dios de la guerra, se encuentra durmiendo en los brazos de Venus, diosa del amor. Sólo los cortesanos y personal más cercano podía llegar hasta aquí.

Continuando con el recorrido, la habitación de al lado es la Sala Retiro, que era una de las zonas más exclusivas de los apartamentos de estado y es donde los miembros del Consejo Privado, el Señor Chamberlain y otros agentes importantes de la corte tendrían el acceso privado a el rey.

Los apartamentos privados de Guillermo III se encuentran en la planta baja y están construidos a una escala más humana –aquí es donde realmente vivió Guillermo III–, en ellos se encuentran las obras de arte más preciadas. En sus paredes se muestran las pinturas que le gustaba mostrar a las personas favoritas. Sobre las paredes están colgadas con cuerdas numerosas pinturas, este sistema permitió al rey quitar unas y poner otras según deseaba.

Esta zona se llamo Los Hampton Court Bellezas donde se exponían una serie de retratos de Sir Godfrey Kneller, encargados por la reina María II de Inglaterra, que representa a las mujeres con más glamour de la corte de Guillermo III. Hampton Court también alberga las Bellezas de Windsor por Sir Peter Lely, que representa a las más bellas damas de la corte del rey Carlos II de Inglaterra, una generación antes. Los Hampton Court Bellezas son de un estilo más claro, menos erótico que refleja el cambio en la opinión hacia las mujeres hacia la segunda mitad del siglo XVII.

En la pared de la sala se encuentra “Retrato de Mary II”, obra de Sir Peter Lely, esta datado en 1677, realizado en óleo sobre lienzo.

El retrato corresponde a la Princesa de Orange casada con Guillermo III. La historia popular generalmente se refiere al reinado conjunto como «el de Guillermo y María». Aunque era la soberana por derecho de sangre, cedía a Guillermo la mayor parte del poder cuando este se encontraba en Inglaterra. Sin embargo, dirigía el reino cuando su marido se encontraba en campañas militares en el extranjero, demostrando ser una gobernanta poderosa, firme y eficaz. Fue muy activa en la Iglesia anglicana, que dirigió como su Gobernadora Suprema. Aunque oficialmente compartió el poder con su marido, en gran parte lo ejerció sola.

En la pared de la sala se encuentra “Retrato de la Reina Ana”, obra de Sir Peter Lely, esta datado en el siglo XVIII, realizado en óleo sobre lienzo.

Se representa la Reina Ana a los tres años de edad, era la segunda hija de Juan II de Inglaterra e Irlanda, vivió algún tiempo en este palacio y apreciaba mucho los largos paseos por sus jardines.

En la pared de la sala se encuentra “Retrato Guillermo III”, obra de Juan de Baen, esta datado en 1667, realizado en óleo sobre lienzo.

El retrato corresponde a la edad de 17 años cuando era Príncipe de Orange. Procedente de la Casa de Nassau y de la rama de Orange-Nassau, Guillermo III accedió a las coronas inglesa, escocesa e irlandesa después de la Revolución Gloriosa, durante la cual depusieron a su tío y suegro a la vez, Jacobo II. En Inglaterra, Escocia e Irlanda, reinó junto a su esposa, María II, hasta la muerte de ella el 28 de diciembre de 1694. Entre los actuales unionistas de Irlanda del Norte se le conoce con el apodo de rey Billy.

El siguiente cuadro “Alegoría de Alfonso Davalos”, obra de Miguel de la Cruz, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1625.

En ella se representa un hombre con una armadura, en el centro, coloca su mano derecha sobre el pecho de la mujer sentada a la izquierda sostiene un globo. En el plano a la derecha está la figura de Cupido, que lleva un haz de flechas. Detrás de él están dos mujeres, una que lleva una cesta sobre su cabeza.

El cuadro es una copia de un trabajo original de Tiziano que se hizo ahora para representar Alfonso Davalos, marqués del Vasto, pero el significado exacto de la alegoría no se ha encontrado.

Más adelante, se llega al pasillo de las esculturas donde a Guillermo le gustaba estar en los inviernos para poder contemplar el jardín privado lleno de naranjos y laureles.

Después pasamos a ver la parte del edificio dedicado a los Apartamentos de Enrique VIII, subimos a la primera planta donde se abre la Gran Sala, era el lugar donde estaba la guardia y las personas de la corte con rango superior al de barón le hacían espera para ver al rey. En la actualidad se exponen una serie de tapices que muestran la historia de Abraham. Llama la atención el techo de la Gran Cámara está cubierto con pan de oro. La mayor parte de esta sala sigue siendo el misma que cuando vivía Enrique VIII, excepto por la chimenea que ha sido sustituido más tarde.

Fue en esta misma habitación donde se hizo el anuncio del adulterio de Catalina Howard, que con el tiempo se enviará otra esposa de Enrique VIII a la ejecución. Enrique conoció a Catalina y la tuvo de amante unos meses hasta que se divorcio de la reina y se caso con ella. Ella era joven y el ya era mayor, ya tenia 50 años.

Enrique, viejo y obeso, llenó a su joven esposa de joyas y otros regalos extremadamente caros. El rey desconocía el pasado de Catalina a la que consideraba una reina joven y virtuosa. A pesar de todas estas riquezas, Catalina encontró que su matrimonio no le satisfacía. Le desagradaba el cuerpo de su esposo y buscaba entretenimientos amorosos en cualquier parte. Inició un romance con uno de los cortesanos favoritos del rey, Thomas Culpeper. Esto llegó a oídos del rey que la hizo confesar el adulterio en esta sala.

Catalina fue puesta bajo vigilancia en sus aposentos, acompañada tan sólo de una de sus damas de compañía. Fue interrogada por los consejeros del rey en numerosas ocasiones. Se habló de divorcio y de exiliar a Catalina, hasta que se descubrió una carta de amor que le había escrito a Culpeper. Fue acusada de adulterio que, en el caso de la reina, significaba traición.

La colección de tapices titulada “Historia de Abraham”, fue confeccionada entre 1540 y 1541 y entregada en el otoño de 1543, corresponde con una serie de diez tapices con escenas de la vida de Abraham, fue mandador confeccionar durante el reinado de Enrique VIII. Es uno de los pocos conjuntos que han sobrevivido porque se tejieron con un alto porcentaje de seda e hilo dorado envuelto. Otras series Abraham fueron tejidas en los mismos talleres, pero estos de Enrique fueron los únicos con hilo dorado.

La serie se compone de diez escenas que representan los principales acontecimientos de la vida del profeta Abraham, elaborado a partir de Génesis, según se describe en los capítulos 12-24. Cada escena está enmarcada por una frontera con nichos arquitectónicos con compartimentos de figuras alegóricas y simbólicas, que pueden tener alguna resonancia contextual con el principal escenario representado, aunque no parece haber ningún programa en particular. La importancia del conjunto de tapices de Enrique es quizás debido a su lucha con la iglesia católica, y su deseo de establecer una iglesia separada de Roma. La similitud se produce al declararse el rey de Inglaterra un reformador, al igual que lo hizo Abraham fue el padre de religión, por lo que Enrique se presentó como el fundador de una nueva religión en Inglaterra.

Los tapices continuaron ejerciendo una poderosa influencia sobre los monarcas posteriores, ya que se utilizaron en las coronaciones de los reyes de la dinastía de los Tudor y posteriores.

Carlos I utiliza regularmente la serie Abraham en importantes ocasiones de Estado, y después Carlos II los colgó una serie de réplicas del conjunto de Abraham en la Abadía de Westminster, James II colgado el conjunto original en el mismo espacio. Durante las ventas de la Commonwealth, el cardenal Mazarino intentó (y lo hizo) adquirir muchas series de tapices, pero el conjunto de Abraham se le escapaba. Tal fue su gran valoración (8.260 £) en ese momento que quedó sin venderse en 1653 y fue reservado para el uso de Oliver Cromwell, en el Hampton Court.

El primero de los tapices “El Sacrificio de Isaac”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida con tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El siguiente de los tapices “Juramento y la salida de Eliezer”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El siguiente de los tapices “Retorno de Sarah”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida con tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El siguiente de los tapices “Salida de Abraham”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida con tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El siguiente de los tapices “Separación de Abraham y Lot”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida con tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El siguiente de los tapices “Reunión de Abraham y Malaquías”, obra de Pieter Coeck van Aelst (1502-1550), realizada en Bruselas, tejida con tapices de lana y seda con hilo forrado en metal dorado, datados entre 1540-1541. Tiene unas medidas de 482,0 x 770 cm.

El resto de las habitaciones de Enrique VIII están llenas de obras de arte, en sus paredes se cuelgan lo que ha llegado a nuestros días de la historia de este rey.

La primera de las obras colgadas “Retrato de Enrique VIII”, es una copia de la original realizada por Hans Holbein el Joven, realizada en óleo sobre lienzo, está datada en 1667.

La pintura original fue realizada por Hans Holbein el Joven, originario de Alemania, había sido nombrado Pintor del Rey Inglés en 1536. El retrato fue creado para adornar la cámara privada del recién adquirido de Henry Palacio de Whitehall. Henry estaba gastando grandes sumas de dinero para decorar el laberinto de residencias se había apropiado después de la caída del cardenal Wolsey.

La pintura ha sido frecuentemente descrita como una obra de propaganda diseñada para mejorar la imagen de Enrique. Aquí se distorsiona deliberadamente la figura del monarca para hacerlo más imponente. El cuadro también muestra a Enrique como joven y lleno de salud, cuando en realidad ya tenía unos cuarenta años y había sido gravemente herido a principios de año.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato de un hombre vestido de rojo”, el autor es anónimo, realizado en óleo sobre lienzo.

Si miramos bien podemos darnos cuenta que el cuadro imita en la pose al rey Enrique. Henry Howard, era el conde de Surrey (1517-1547) fue un aristócrata inglés, y uno de los fundadores de la poesía renacentista inglesa.

Enrique VIII decretó la prisión de Henry Howard y la de su padre. El rey, consumido por su propia paranoia, estaba convencido de que Henry Howard había planeado usurpar la corona de su hijo Eduardo. Fue ejecutado por traición el 19 de enero de 1547, a los treinta años de edad.

La siguiente de las obras colgadas “William Reskimer”, obra realizada por Hans Holbein el Joven, realizada en óleo sobre tabla, está datada en 1532.

William Reskimer era un cortesano que trabajaba en la corte de Enrique VIII por sus trabajos para el rey fue en 1543 se le concedió Alcalde de los puertos del Ducado de Cornualles y en 1546 fue nombrado Caballero de Usher.

La siguiente de las obras colgadas “Elizabeth lady Vaux”, es una copia de la original realizada por Hans Holbein el Joven, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el siglo XVI.

Elizabeth Cheney (1422–1473) fue una aristócrata inglesa que a través de sus dos matrimonios se convirtió en bisabuela de Ana Bolena, Juana Seymour y Catalina Howard, tres de las esposas de Enrique VIII.

La siguiente de las obras colgadas “Alegoría Protestante”, obra de Girolamo Treviso Joven, realizada en óleo sobre tabla, está datada entre 1538-1544.

El tema se refiere a la Reforma de la iglesia inglesa, formalmente sancionada por el Acta de Supremacía de 1534, por el que Enrique VIII se separó de la Iglesia de Roma y fue establecido como cabeza de la Iglesia de Inglaterra. La pintura estaba en la colección de Enrique VIII que poseía al menos otras dos obras anti-papales. La composición describe a un Papa en el suelo, flanqueado por dos figuras femeninas que representan la avaricia y la hipocresía, todos los cuales están siendo apedreados por los cuatro evangelistas.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato de Johann Froben”, es una copia de la original realizada por Hans Holbein el Joven, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el 1522-1523.

Johann Froben, (1460-1527) fue un famoso impresor, editor y humanista del Renacimiento en Basilea. Era muy amigo de Erasmo y cooperó estrechamente con Hans Holbein el Joven. Hizo de la ciudad de Basilea como uno de los principales centros del mundo de la industria del libro. Pasó su negocio de impresión a su hijo, Hieronymus, y su nieto, Ambrosius Frobenius.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato de Desiderius Erasmus”, es una copia de un seguidor de Holbein el Joven, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el siglo XVI.

Erasmo vivió en el contexto de la creciente contestación religiosa europea en la Reforma, pero al mismo tiempo fue crítico de los abusos dentro de la Iglesia católica y pidió una reforma, pero se mantuvo a distancia de Lutero y Melanchthon y continuó reconociendo la autoridad del Papa, haciendo hincapié en un medio camino con un profundo respeto a la fe tradicional, la piedad y la gracia, rechazando el énfasis de Lutero sobre la fe. Erasmus siguió siendo un miembro de la Iglesia Católica Romana durante toda su vida.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato de Enrique VII”, obra de un pintor desconocido, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el siglo XVI.

Enrique VII (1457 1509) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda, fundador de la dinastía de los Tudor.

Debido a la persecución de la casa de York, la familia de Enrique pronto abandonó Gales por Bretaña, donde fueron acogidos por el duque de Bretaña, Francisco II. En Bretaña creció y se educó Enrique como uno de los candidatos de la Casa de Lancaster al trono ocupado en ese momento por la casa de York.

La siguiente de las obras colgadas “Elizabeth de York”, obra de un pintor desconocido, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el siglo XVI.

Se representa a la reina consorte del rey Enrique VII. Elizabeth y Enrique se casaron el 18 de enero de 1485, en la abadía de Westminster, en la misa celebrada por su pariente el cardenal Bourchier, arzobispo de Canterbury, entraron atados juntos por primera vez de un ramillete de rosas rojas y blancas. Elizabeth, muy poco después de la boda, le dio la esperanza de descendencia que uniría las líneas rivales. Se retiró a la ciudad de Winchester para pasar el verano, la celebración de su corte allí, rodeada de sus hermanas, su madre, y su madrastra, Margarita de Richmond, para quien parece haber acariciado la mayor estima. Enrique VII deseaba que su mujer a diera a luz a su heredero en el castillo, porque la tradición declaró que fue construido por el rey Arthur, su antepasado.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato de Margarita, condesa de Richmond”, obra de un pintor desconocido, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el siglo XVI.

Margaret Beauford, madre del rey Enrique VII era una mujer con una personalidad muy fuerte. Se supone que era muy cruel con su nuera, Isabel de York. Ella quería tener un estatus más alto que cualquier otra mujer en la corte, e incluso se dirigió solamente un paso detrás de su hijo.

La siguiente de las obras colgadas “La Familia de Enrique VIII, alegoría de la sucesión de los Tudor”, obra del pintor Lucas de Heere, realizada en óleo sobre tabla, está datada en el 1545.

Este cuadro es un regalo de la reina Isabel a Sir Francis Walsingham, ejemplifica la fascinación del siglo XVI con la alegoría, la visión de la Reina de sí misma como la culminación de la dinastía Tudor y su preocupación por la legitimidad de su régimen. La atribución a Lucas de Heere, un pintor flamenco que se estableció en Inglaterra para escapar de la persecución religiosa.

La siguiente de las obras colgadas “Retrato Eduardo VI de Inglaterra”, obra del pintor William Scrots, realizada en óleo sobre tabla, está datada en 1550.

Eduardo VI nació el 12 de octubre de 1537, en Hampton Court. Su padre, Enrique VIII, ansiaba su nacimiento desde muchos años atrás, para dejar a Inglaterra un sucesor. Había tenido dos hijas, de sus dos matrimonios anteriores, María, hija de Catalina de Aragón, de la cual se separó, rompiendo los lazos con el papado, que impedían su divorcio, e Isabel, hija de Ana Bolena, contra la cual descargó toda su furia, luego de que la pobre mujer abortara a un hijo varón, luego de tres frustraciones anteriores, acusándola de adulterio y ordenando su ejecución. Finalmente, tras contraer enlace con Jane Seymour, su sueño se vio cumplido con el nacimiento del tan esperado Eduardo, único reconocido como hijo legítimo.

Desde aquí cogemos nuevamente la escalera que sube a los apartamentos de Enrique VIII y nos paramos a observarla más detenidamente se llama The Queen’s Stairs, fue diseñada en el nuevo estilo barroco del palacio por el arquitecto Christopher Wren en 1698 por encargo de William III y Mary II.

Es la hora de cerrar el palacio pero no queremos marcharnos sin visitar la Capilla Real, nada más entrar podemos contemplar el rico colorido del techo de la capilla es la gran culminación de los interiores de los Tudor en Hampton Court.

La historia indica que aquí, en la capilla, en 1540, el arzobispo Cranmer entregó al rey Enrique VIII una carta que resumía diversas acusaciones contra su nueva esposa, Catalina Howard.

Ella fue acusada de conducta impúdica antes de su matrimonio. Enrique VIII se había embrutecido con su joven esposa, por lo que se volvió en su contra aún más brutalmente. Fue ejecutada en la Torre de Londres poco después.

La visita al Hampton Court palacio y sus jardines con sus distintas estancias se necesita al menos unas 5 horas para hacerlo de una forma reposada, nosotros hemos empleado 2 horas y podemos decir que solamente hemos visto una parte muy pequeña, pero al menos hemos podido ver lo que nos ha traído hasta aquí.

La verdad que después de la visita al palacio no intentamos apurarla para ver si se podía pasar la noche donde hemos dejado nuestra autocaravana, aunque imagino que al ser un parking oficial para la visita al palacio estará mucho más controlado. Efectivamente nos quedamos un rato para merendar y vemos como poco a poco se desaloja, ni siquiera tenemos la tentación de preguntar.

A ultima hora de la tarde nos trasladamos hasta nuestro siguiente destino en la ciudad de Windsor donde pernoctamos en el parking situado en el centro de la ciudad se llama: “Parking Alexandra Garden”, y no tiene ningún inconveniente legal para poder estar las 24 horas, tiene un precio de 8 £. Las coordenadas GPS del lugar corresponden con: N51.48397// W0.61461.

Nada más llegar a Windsor decidimos darnos una vuelta para estirar las piernas, aunque sabemos que a las 19,00 horas pocas cosas se pueden hacer en una ciudad del Reino Unido, nada más que eso…. ¡pasear!.

Windsor es la típica ciudad turística….bueno, muy turística que no consigue retener la cantidad de gente que llega diariamente más que unas pocas horas. Ciudades similares las hay por todo el mundo, son las típicas que a primera hora de la mañana llegan miles de personas desde todos los puntos cercanos; son ciudades con unos atractivos muy concretos, por lo general destacan por una importante atracción turística, en este caso casi exclusivamente el turismo llega a la ciudad con la única sola idea de poder ver el castillo de Windsor, lo ven, y en el 99% de las veces se marcha sin ni siquiera ver la calle principal de la ciudad, a lo sumo consigue hacer una pequeña compra en uno de los escaparates limítrofes.

Para muestra de todo lo dicho el parking de Alexandra Garden con plazas para un centenar de autobuses y que a esta hora solamente hay uno, es impensable que el municipio ofrece semejante infraestructura y no es aprovechada; lo que indica que el turismo en Windsor es efímero y con fecha y hora de caducidad.

Después de atravesar el parking llegamos a la estación de tren Windsor & Eton Central nos ofrece el clásico edificio victoriano, seguramente fue creado para dar unas expectativas de trafico que ahora no tiene, para lo cual una buena parte del edificio se ha dedicado como centro comercial el Windsor Royal Shopping, ¡claro…! A estas horas todas las tiendas están cerradas, solamente hay abiertos los restaurantes que están completamente vacíos.

En la estación se expone la máquina de tren “La Reina”, destaca por el escudo con el lema de la casa real: Dieu et mon droit, que quiere decir: Dios y mi derecho, esta frase ha sido utilizada generalmente como el lema de la monarquía británica desde que lo adoptara Enrique V a principios del siglo XV. También se encuentra en el escudo de armas real.

Llama la atención un lema escrito en francés y no en inglés esto se debe a que el idioma que reemplaza al latín en la elite social en Inglaterra es el francés, luego posteriormente se toma oficial el inglés (Enrique VI habló francés y fue coronado Rey de Francia así como de Inglaterra). El lema de la Orden de la Jarretera, Honi soit qui mal y pensé, es también en francés.

La frase supuestamente fue utilizada como una contraseña por el rey Ricardo I en 1198 en la Batalla de Gisors, cuando derrotó a los franceses. Su significado era que Ricardo debió su realeza al poder de Dios y a su propia herencia, y por lo tanto no estaba sujeto a ningún poder terrenal.

Seguimos andando hacia el centro, en las inmediaciones del palacio los turistas que quedan están sentados en los bancos callejeros esperando extasiados la llegada de su autobús que les devuelva, probablemente a Londres.

Al lado del ayuntamiento hay un edificio que sobresale se llama Market Cross Hause y representa el tipo de edificaciones de madera del Windsor del siglo XVI, por desgracia es la única que ha sobrevivido.

El edificio se inclina como la torre de Pisa a la izquierda y lucha por mantenerse en pie dentro de un equilibro, supuestamente esto es debido a la madera de roble verde sin secar que se utilizó para reconstruir la casa después de una disputa de tierras en 1687.

El local era primeramente empleado como una carnicería y con los años ha sido la casa de los joyeros, una fábrica de cerveza y durante los últimos tres decenios, un salón de té.

El edificio de al lado es el Ayuntamiento de Windsor, se le conoce como Guildhall, su construcción es de finales del siglo XVII, destaca por la galería porticada, en sus inicios estaba el mercado de maíz.

Si miramos la galería porticada podemos ver unas columnas que no sujetan la bóveda y no tienen ningún uso, esto se debe a que un alcalde le parecía que las columnas que tenía no eran suficientes para sujetar el peso del primer piso, le pidió a un arquitecto que reforzase las columnas existentes, este le digo que no era necesario porque los pesos estaban bien calculados, después de insistir mucho el arquitecto puso las columnas que le demandaban para que se callasen, pero como no eran necesarias las dejo sin apoyar a la bóveda, después de siglos podemos ver como el edificio no se ha caído y las columnas siguen sin apoyarse en la bóveda, lo cual indica que el arquitecto tenia razón.

La calle ya esta prácticamente vacía, intentamos darnos una vuelta por la calle más comercial con el fin de ver un poco los escaparates de las tiendas, la calle es Peascod St, esta repleta de bancos y de marcas comerciales británicas como la mítica Barbour, pero los precios no son para españoles por el mundo de clase media.


Yüklə 1,25 Mb.

Dostları ilə paylaş:
1   2   3   4   5   6   7   8   9   ...   24




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©www.genderi.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

    Ana səhifə