Biografias



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Virtudes

Franklin buscaba cultivar su carácter mediante un plan de trece virtudes que desarrolló cuando tenía 20 años (en 1726) y que continuó practicando de una forma u otra por el resto de su vida. En su autobiografía lista sus trece VIRTUDES.



  1. Templanza: No comas hasta el hastío, nunca bebas hasta la exaltación.

  2. Silencio: Sólo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.

  3. Orden: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.

  4. Determinación: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.

  5. Frugalidad: Sólo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti; Ej.: no desperdicies nada.

  6. Diligencia: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, corta todas las acciones innecesarias.

  7. Sinceridad: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente, y, si hablas, habla en concordancia.

  8. Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios que son tu deber.

  9. Moderación: Evita los extremos; abstente de injurias por resentimiento tanto como creas que las merecen.

  10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.

  11. Tranquilidad: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.

  12. Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, sólo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para injuriar la paz o reputación propia o de otra persona.

  13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.

Franklin no trataba de trabajar en todas ellas al mismo tiempo. En lugar de esto, él trabajaba en una y sólo una cada semana, "dejando todas las demás a su suerte ordinaria". Aunque Franklin no vivió completamente según sus virtudes y, según él mismo admitía, incumplió sus preceptos muchas veces, él creía que el intentarlo lo hizo una mejor persona y contribuyó enormemente a su éxito y felicidad, por lo cual en su autobiografía, dedicó más páginas a este plan que a cualquier otro punto. Allí escribió: "Yo espero, por lo tanto, que alguno de mis descendientes pueda seguir el ejemplo y cosechar el beneficio".2
JAQUES MARTINEZ DE PASQUALLY- 1.727

Masón de altos grados. Fundador de varias órdenes ocultistas. Revolucionario conceptual de la Masonería. Amigo de Claude de S . Martin. Tiene varios tratados sobre ángeles.



Joachim Martínez Pasqually o simplemente Martínez de Pasqually (Grenoble, 1727 - Santo Domingo, 1779), fue un teúrgo y teósofo francés.

También Martines o Martínez de Pascualis, Pasqualys, Pasquallis, Pasqualy o Pasqually.


En su El Tratado de la Reintegración de los Seres a sus originales virtudes, poderes y cualidades expone sus teorías sobre sobre la caída del hombre y el retorno a la divinidad.

Fundó un rito masónico elevado, un sistema al cual dio el nombre de Elús Cohen o Sacerdotes Elegidos del Universo. Solamente aquellos masones de grado "Elús" eran admitidos en los "Elús Cohen". A esta Orden de los Elegidos Cohen pertenecieron Jean Baptiste Willermoz y Louis Claude de Saint-Martin.

Cuando Martinez de Pasqually se retiró a la Isla de Santo Domingo, falleciendo en Haití, en la ciudad de Puerto Príncipe, se encargaron del mantenimiento de la Orden sus discípulos Willermoz y Saint Martín. Poco a poco se fueron creando los círculos de los amigos del Filósofo Desconocido, (Louis Claude de Saint Martín) quien instituyó su rito Martinista.

ANTON MESMER (1734-1815)

descubre el magnetismo animal y la existencia de fuerzas ocultas en los seres humanos que se utilizan principalmente para la curación de enfermedades. Rechazado en Viena por estas teorías se traslada a Francia que está a punto de entrar en una Revolución donde enseña libremente todas sus teorías y prácticas.


Nació en Iznang, cerca de Constanza.
Su tesis titulada “De l'influence des astres sur le corps humain”, aparecida en 1766, pasa por estar en la base de la astrología judiciaria.
Sus teorías sobre el poder curativo de los imanes ( « curas magnéticas » ) fundaron el magnetismo animal, pero en Viena, un cierto Hall le acusa de haberle robado este procedimiento. Dedica su sistema a tres academias: las de París y Londres no acusaron recepción.
La Academia de Berlín le declara loco. Pero el éxito de sus curas fue tal, que ricos protectores le establecieron suntuosamente en el hotel Bullon, Plaza Vendóme, en la primavera de 1788, donde su famosa “Cura” hizo correr a las multitudes. Curaba, procurándose finanzas. ¡Limitada a veinte personas, cada sesión acogía a unas cincuenta, agenciando grandes suplementos!

Se asoció con un ayudante, el Dr. Deslon que, habiendo tomado en seguida una orientación divergente, se convirtió en su competidor y le acusó de estafa. Mesmer funda entonces la « Sociedad de la Armonía », cerca de su hotel, donde instituyó a los futuros magnetizadores entre ellos el marqués de Puységur. Crea sucursales en Lyon, Estrasburgo y Burdeos.

También formó parte de los « Iluminados » y algunos le presentaron como “ Superior Desconocido del Orden Supremo “.
Maria Antonieta va a protegerle y a pedirle “ una clínica magnética “. Pero la academia, así como la prensa, desencadenada por los médicos, van a conseguir derribarle.
Los « animistas » triunfaban de los « fluidistas » (también se dice Mesmerismo). Mesmer tuvo que exiliarse y murió en 1815.

Teólogo, médico astrólogo. Desarrollo la teoría del magnetismo y del inconsciente colectivo que luego retomaron Freud y Jung.


ANTOINE COURT DE GEBELIN (CA.1719 - 10 DE MAYO DE 1784)
Fue un ex pastor protestante, nació en Nimes, [1], quien inició la interpretación del Tarot como un repositorio de la sabiduría arcana intemporal esotérica en 1781.
Su padre era un famoso líder religioso de los hugonotes. Corte de Gebelin había sido ordenado pastor en 1754, antes de salir de Suiza y se mantuvo abiertamente protestante, un defensor racional para la libertad de conciencia en la Ilustración Francia. En París, se inició en la masonería en el albergue Les Amis Réunis, en 1771, y se trasladó al albergue Les Soeurs Neuf, donde dio la bienvenida a Benjamin Franklin como una casa de campo-hermano.

CLAUDE DE SAN MARTIN- 1.743 – 1.803

El maestro del anonimato y el amor. Fundador de la ORDEN MARTINISTA de la cual fueron miembros, personajes famosos como ELIPHAS LEVI, PAPUS y cuyo regente mas famoso en este siglo fue JUAN XXXIII antes de ser papa.

Se dice que Claude fue un mago ritualístico muy poderoso.

Nacido en Amboise, escritor y filósofo, imbuido del iluminismo de Jacob Boehme, del que publica La triple vida, se une a la corriente del sueco Swedenborg.

Su tratado “Tableau naturel des rapports qui existent entre Dieu, l'homme et l'univers”, es célebre y propugna un espiritualismo absoluto.
Modifica ciertos ritos de la francmasonería y crea su propia escuela, el “martinismo”, que alcanza un éxito señalado entre la nobleza.

Como había sido secretario y adjunto de Martínez de Pasqually, con frecuencia se confunden sus respectivos adeptos bajo el nombre de martinistas. En 1755, publica “Des erreurs et de la Vérité”, bajo el nombre del filosófo “Filósofo Desconocido”, sobrenombre que ha permanecido ligado a él. Rosa-Cruz y francmasón, se establece en Lyon y su renombre fue grande (su discípulo Joseph de Maistre le alaba sin restricción, así como Saint-Beuve y el Príncipe Galitzine que propaga y extiende sus teorías en Rusia).

Adicto al cristianismo, al que denomina “transcendente”, ataca el catolicismo. Murió en Aunay, cerca de París.

Nacido en Amboise, salido de la baja nobleza, Louis-Claude de Saint-Martín, primero estudiante de Derecho, obtuvo en 1765 un título de sub-teniente en el regimiento de Foix instalado en Burdeos. El teósofo taumaturgo Martines de Pasqually (hacia 1710-1774), cuya doctrina se presentaba como la clave de toda teosofía judeo-cristiana, se había establecido el año anterior en esta ciudad. El había fundado hacia 1754 una Orden de Elegidos "Elus Cohens" (sacerdotes elegidos) en cuyo seno se enseñaban las operaciones teúrgicas, inseparables de esta doctrina misma, destinadas a hacer aparecer los espíritus angélicos.


Saint-Martín fue admitido desde 1765 en esta orden cuya enseñanza y cuyos ritos lo proveyeron definitivamente de lo esencial de su filosofía y de los temas principales que el no cesó de desarrollar en todas sus obras. Abandonó definitivamente el ejército en 1771 para consagrarse a su vocación y fue el secretario de Martines durante varios meses.
Entre 1773 y 1774, permaneció en Lyon en casa de Jean-Baptiste Willermoz (1730 - 1824). Este otro discípulo de Martines fundó en 1778 la francmasonería "rectificada", a la cual él hizo pasar lo esencial de la teosofía martinesista. Durante su estada en la casa de Willermoz, Saint-Martín redactó su primera obra, "De los errores y de la verdad", o "Los Hombres llamados a los principios de la ciencia". Cuando apareció este libro, en 1775, el autor se encontraba en París y se convirtió entonces en el "Filósofo incógnito" -desconocido- , apelativo con que sería recordado para la posteridad.
Su "Cuadro natural de relaciones que unen a Dios, al hombre y al Universo" (1782) retoma y prolonga las enseñanzas de los "Errores...". Desde esta Época. Saint-Martín se aparta de las vías activas de la magia para orientarse en una dirección cada vez más "interior"; desconfía incluso de la francmasonería, a pesar de una breve pertenencia en el rito rectificado de Willermoz. La estada de Saint-Martín en Estrasburgo (1788-1791) puede considerarse como un acontecimiento histórico: allí se encuentra con Madame de Bocklin, quien le revela la filosofía de Jacobo Boehme (1575-1624).
Después de "El Hombre de deseo" (1790), uno de los más bellos libros del idioma francés, y luego de "El Nuevo Hombre y "Ecce Homo" aparecidos en 1792, escribió principalmente bajo la influencia de Boehme, de quien concilia la enseñanza con la de su "primer maestro" Martines.
Después Él escribió otras obras, de las cuales "El Ministerio del hombre-espíritu (1802) es sin duda la más elaborada y la que concilia mejor las enseñanzas de Bohme con las de Martines. Al mismo tiempo redacta algunas traducciones de los libros de Boehme y los publica. Se encuentra con Chateaubriand en el Valle de los Lobos, en enero de 1803 y muere el 13 de octubre en Aulnay en la casa del senador Lenoir-Laroche.


CONDE CAGLIOSTRO (1748-1795).

Nacido en Túnez. Ideólogo de la revolución francesa. Decía " UN MASON QUE NECESITE MÉDICO , NO ES UN VERDADERO MASON.

Vidente. Estudió medicina. Promotor de las Logias Femeninas. Personaje misterioso.

El creador de la Masonería Egipcia de Rito Egipcio fue el Conde Alessandro de Cagliostro), Aún no existen pruebas para ser identificado con el mistificador Giuseppe Bálsamo (1743-1795), para algunos, el palermitano alistado por los Jesuítas para personificar y echar el descrédito sobre el verdadero Conde de Cagliostro.

Alessandro de Cagliostro fue iniciado en los secretos de la Masonería Egipcia por el misterioso Maestro Altothas en el año 1776, año de la fundación de la Orden de Los Illuminati de Baviera. Y algunos afirman que la cumbre de dicha Orden fue constituida por seis miembros: cuatro conocidos (Weishaupt, von Knigge, Goethe, Herder) y dos secretos (Franklin y Cagliostro).
La Masonería Egipcia de Cagliostro fue fundada oficialmente en el 1785, año de la supresión de la Orden de Los Illuminati. El Rito Egipcio de Cagliostro, encuadrado en la Masonería Egipcia, tenía tres grados y unas operaciones alquímicas. Cagliostro aseguró poseer los secretos de la piedra filosofal y la eterna juventud.
Tras sufrir una verdadera persecución, Cagliostro fue asesinado en los calabozos de la Inquisición en 1795.

Los Ritos masónicos de Memphis, de Misraïm y de Memphis-Misraïm descienden de la Masonería Egipcia del gran maestre e iniciado Cagliostro.



GIUSEPPE BALSAMO (Conde de Cagliostro) (1743-1795)
Nacido el 2 de junio de 1743 en Palermo, se llamaba Joseph Balsamo-Bacconieri pero tomó el nombre de su madrina Vicenzia Cagliostro. Fue en primer lugar ayudante de boticario en el convento de los Hermanos de la Caridad, de donde se fugó para llevar una vida de desenfreno bajo diferentes nombres (Tischio, Belmonte, Pellegrini, etc.).

Se le encuentra en 1777 en Inglaterra donde es detenido principalmente por haber indicado los números ganadores de la lotería real y por robo. Seguidamente viaja a Bélgica, a Curlandia, a Rusia y a Varsovia, donde, presentándose como gran copto del rito egipcio, es recibido en las logias masónicas. En 1781 , es profesor de ocultismo en Strasburgo y sus curaciones arman mucho ruido. Su receta de «regeneración física» le vale la amistad del ingenuo cardenal de Rohan y su introducción en París, y en la Corte, donde sucede a Mesmer. Se dice conde y su esposa Lorenza le secunda admirablemente, dando lecciones de magia a 100 luises por cabeza. Aunque inocente en el asunto del collar de la reina, la pareja debe dejar la capital tras la desgracia del cardenal. Prosiguen sus éxitos en Roma .cuando de súbito Lorenza denuncia al Santo Oficio las falsedades de su esposo, que, condenado a muerte:, fue no obstante encarcelado de por vida en el castillo de León, en 1891. Después de haber predicho la Revolución, murió miserablemente en prisión el 26 de agosto de 1795.

Era originario de Palermo, Sicilia donde nació en el año 1743. Ocultista y médico, vivió en tiempos de Luis XVI. Curaba a los enfermos y acabó por ser condenado en prisión perpetua y finalizó sus días en las mazmorras del castillo de San León, en Urbino en el año 1795. 

Una vez establecido en Paris, mantuvo una larga entrevista con el cardenal Rohan, a quien reveló con todo detalle sus conversiones con el pretor Poncio Pilato, del cual se decía amigo íntimo.

Y cuando más tarde el cardenal se dirigió, en privado, al acompañante de Cagliostro para preguntarle si él creía de veras que su amo, al decir tales cosas hablaba realmente en serio, el escudero repuso con absoluta seriedad:

A decir verdad, señor, no puedo pronunciarme, puesto que yo sólo llevo a su servicio cuatrocientos años.

El Gran Maestro Cagliostro, nada tiene que ver con el personaje que describe Alejandro Dumas en su obra, Vida de Giuseppe Balsamo, ni con el personaje inventado por la Inquisición para desprestigiar al Gran Maestro.

Muchas personas que le había conocido y que incluso, en algunos momentos, fueron sus discípulos, cuando llegó el momento terrible del calvario del Maestro en manos de la Inquisición, dijeron, lo mismo que a Jesús le dijo la muchedumbre: "Donde están tus poderes, por qué no los utilizas para liberarte y para evitar tus sufrimientos" sin comprender que Cagliostro conocía la ley oculta y que se entregaba por completo a ella.

Se supone que Cagliostro fue hijo del Gran Maestre de la Orden de Malta, llamado Melo, el cual le inició y le introdujo en los Grandes Misterios, en la Gran Pirámide de Egipto, recibió su Iluminación.

Cagliostro viajó extensamente por toda Europa y por Oriente y por donde pasó siempre fue reconocido por su gran generosidad y elevado espíritu.

Cuando le preguntaron por qué derramaba tantas bendiciones sobre los seres humanos, a los que amaba por encima de todo, desprendiéndose de su conocimiento y riquezas en favor de ellos, curando a los enfermos, y asistiendo a los necesitados, Cagliostro respondió: "Siempre se debe avanzar, siempre se debe sembrar y dejar a los demás que recojan la cosecha".

Cagliostro, como Alto Iniciado que era, se consideraba un hermano con todos independientemente de que fuesen ricos o pobres, ilustrados o ignorantes, árabes o franceses porque según declaró:  

"No soy de ninguna época y de ningún lugar, y más allá del espacio y del tiempo, mi ser espiritual vive su eterna existencia. Si me sumerjo en mi pensamiento remontándome en el curso de las edades, si extiendo mi espíritu hacia un modo de existencia alejado de aquel que percibís, me convierto en aquel que deseo ser. Participando conscientemente del Ser Absoluto arreglo mi acción según el medio que me rodea. Mi nombre es aquel de mi función, pues soy libre; mi país, aquel donde fijo momentáneamente mis pasos. Poned fecha de ayer si lo deseáis, rehusando acordaros de años vividos por ancestros que os fueron extraños, o del mañana, por orgullo ilusorio de una grandeza que jamás será vuestra, yo soy aquel que Es". 

Su generosidad era tal que fue capaz de, noche tras noche, en la época en que estuvo encarcelado en Francia por el asunto del collar de diamantes, al cual haremos referencia más tarde, salía de su celda y por un pasadizo secreto acudía a la llamada de aquellos que le necesitaban y a los cuales ayudaba y curaba ya que, por ser de condición humilde, nadie socorría. Cagliostro era un emisario de la Gran Hermandad Blanca y debía cumplir una misión de transformación en el seno de la sociedad de su época.  

Desgraciadamente aquellos que se encontraban en disposición, y que tenían el poder necesario, para permitir la transformación de la sociedad, es decir: los nobles y el clero, no se resignaron a perder sus privilegios compartiéndolos con el pueblo y ello dio lugar a la Revolución Francesa.  

Cagliostro fue un Iniciado de primera magnitud y todas las Ordenes Iniciáticas de su época, así lo reconocieron dispensándole honores solo reservados a los más elevados.  

Conoció y colaboró con el Conde de Saint Germain. Su gran conocimiento, cultura, refinamiento, y encanto, le llevó a frecuentar los salones más distinguidos de Francia donde, al principio de su misión, despertó la envidia de algunos nobles quienes trataron de burlarse de él por medio de una farsa.  

Se cuenta que cuando estaba curando ante un auditorio de gente ilustre, se presentaron tres mendigos que le pidieron que les curara de la sordera, de la ceguera, y de un mal en la piel; Cagliostro accedió a ello y les dijo que podían salir de allí que estaban curados. Ante el estupor y la risa general, los supuestos mendigos se despojaron de sus harapos apareciendo ante todos como lo que eran, unos nobles, jóvenes ociosos, que querían "desenmascarar" a quien, para ellos, era un impostor  

Ante aquella burla Cagliostro declaró con voz solemne: "Recordad que lo que no habéis permitido que os diera, os lo puedo retirar", después de ello los jóvenes empezaron a gritar porque uno de ellos se había quedado sordo, el otro ciego, y el otro se retorcía de los picores en su piel. Cagliostro, siempre generoso, les perdonó y los jóvenes volvieron a la normalidad huyendo despavoridos. Desde entonces nadie se tomó a broma los poderes curativos de Cagliostro.  

Su amistad con el Cardenal de Rouhan, quien había sido estafado haciéndosele creer que debía comprar un collar de diamantes para la reina María Antonieta de Francia, fue motivo para que se le involucrara en el llamado "asunto del collar" que constituyó un escándalo en aquella época y que, de alguna manera, precipito los acontecimientos que desembocaron en la Revolución Francesa. Cagliostro fue encarcelado y, aunque tuvo todas las oportunidades para escapar, permaneció en prisión en espera de juicio sabiendo que la justicia resplandecería al final, y convencido de que su misión entre los hombres aún no había terminado.  

Se relatan muchos hechos curiosos del juicio a Cagliostro como que las actas de acusación se borraban a la vista de los acusadores que las leían y, en su magistral alocución de defensa, Cagliostro declaró: 

"Como el viento del Sur, como la brillante luz del Mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la comunión activa con Dios, voy hacia el Norte, hacia la bruma y el frío, abandonando, por todas partes a mi paso una parcela de mi mismo, abandonándome, disminuyéndome en cada estación, más dejándoos un poco más de claridad, un poco más de calor, un poco más de fuerza, hasta que sea parado y fijado definitivamente el fin de mi carrera, en la hora en que la Rosa florezca sobre la Cruz. Yo soy Cagliostro".  

Nunca se le perdonó que fuese un impulsor de la Luz, y le atacaron por su lado más débil que era el amor que tenía por su esposa, Lorenza Feliciani, quien, a pesar de su bondad, encanto, e ingenuidad, fue convencida por los miembros de la Inquisición haciéndole creer que su esposo era un representante del diablo, lo que le hizo flaquear sirviendo, de esta manera, a los sucios propósitos del Santo Oficio que despacharon correos por toda Europa con historias fantásticas, inventándose la figura de Giuseppe Balsamo, para desacreditar al Maestro. 

Incomprensiblemente ante los ojos de los profanos, pero de acuerdo con una afirmación que había hecho anteriormente y que decía: "Un amor que me atraía hacia toda criatura de forma impulsiva, una irresistible ambición, un sentimiento profundo de mis derechos sobre los seres del cielo y de la tierra, me impulsaba y me arrojaba hacia la vida", Cagliostro viajó a Roma poniéndose así al alcance del brazo de la Inquisición.  

Fundó una Logia en Roma, a la cual pertenecieron personas muy selectas; pero un traidor, un capuchino llamado Francesco de San Maurizio, quien era un espía y un agente del Santo oficio, le delató y proporcionó las pruebas, verdaderas o falsas, que permitieron su arresto y encarcelamiento.  

Cagliostro sabía lo que le iba a acontecer, de hecho, el mismo se había metido en las fauces del lobo de manera deliberada, el sabía que el inmenso privilegio que le había sido concedido de servir a la Humanidad habría de pagarlo a un precio altísimo. La ley oculta establece que cuando una persona revela a los demás las cosas más sagradas y las leyes más elevadas del Universo, se hace responsable del uso que de ellas hagan sus alumnos y, para comprender con propiedad todo lo que él había enseñado, sin que fuese utilizado inadecuadamente, habría que tener la talla espiritual y la comprensión que poseía Cagliostro, alturas a las cuales no llegaban ninguno de sus alumnos.  

Fue encarcelado y torturado en el Castillo de Santangelo, y llevado a juicio donde fue acusado, entre otras cosas por medio de una declaración arrancada bajo tortura a su esposa, de que adoraba al diablo y que blasfemaba del nombre del Señor.  

Fue obligado, lo mismo que en la antigüedad lo habían sido el conde Raimundo VI de Tolosa, y el Gran Maestre de la Orden de los Templarios, Jacques de Molay, a presentarse con ropas de penitente ante la iglesia de Santa María, y abjurar de todos sus errores. Pero a pesar de su sufrimiento, de sus penitencias, de la tortura a la que fue sometido, Cagliostro no fue perdonado y se le encerró en la fortaleza de San Leo donde prácticamente fue enterrado en vida.  

La Revolución Francesa ya había estallado y las tropas francesas que extendían por Europa los ideales de libertad, igualdad, fraternidad, se encontraban ya en Francia por lo que para evitar que Cagliostro fuese liberado, fue estrangulado en su celda el día 28 de agosto de 1.795.

Una leyenda dice que Cagliostro no murió, sino que el cadáver encontrado en su celda era el de un monje que iba a reconfortarle espiritualmente. Sea como sea, lo importante fue la obra que realizó y que perdurará a través de los siglos.  

Quienes quisieron borrar su memoria ya están olvidados, pero él, Cagliostro, permanecerá en el recuerdo de muchísimas generaciones.

CAGLIOSTRO-BALSAMO, UN "NOBLE VIAJERO" DE LA ESTAFA A LA ALTA MAGIA

Giuseppe Balsamo, es sin duda uno de los nombres más enigmáticos del ocultismo occidental. Sus admiradores lo tienen por mago, taumaturgo y gran iniciado. Para sus detractores es, sin embargo, falsario, estafador y proxeneta. El equívoco procede de la identificación entre “Giuseppe Balsamo” y el “Conde de Cagliostro”, identidad que asumió en un momento determinado de su vida y que correspondía a la entidad espiritual que supo evocar. Mientras Balsamo fue, en efecto, un aventurero de dudosa reputación, Cagliostro tiene, efectivamente todos los rasgos de un gran iniciado.

Investido por esa entidad espiritual desconocida, Cagliostro, acometió una gigantesca tarea: quiso reformar la masonería fundando un rito propio, participó en los asuntos políticos, ingresando en la Orden de los Iluminados y contribuyendo decisivamente a erosionar el prestigio de la monarquía francesa. Fue considerado por muchos como “mártir de la libertad” y “precursor de la revolución francesa”. El solo se tenía por un “noble viajero”...

GIUSEPE BALSAMO, PRIMERAS ANDANZAS

Giuseppe Balsamo, había nacido en Palermo, en el suburbio miserable de Albergaria, donde se amontonaban rateros, proxenetas, rameras, hechiceras, celestinas, adivinos y convictos de la justicia. A los doce años se fuga del seminario de San Roque donde sus padres le habían internado.

Sus primeros contactos con el mundo de la alquimia tendrían lugar en el convento de los Benfratelli. Sus constantes faltas de respeto y sacrilegios entrañaron su expulsión. En Roma ejerció de proxeneta, alternando este oficio con la brujería y magia que aprendió con el orfebre Marano.

En busca de más conocimientos viaja a Constantinopla, Badgad, Esmirna, Alepo y El Cairo. De regreso a Roma, conocerá a la heredera de un fabricante de fajas, Lorenza Feliziani, de espíritu tan aventurero como él, su compañera fiel hasta su penúltima hora. Giuseppe Balsamo conocerá en Mesina a un misterioso Althotas, de edad y raza indefinidas, mitad griego, mitad español, vestido con una exótica zamarra albanesa, gorro rojo y barba; químico, decía poseer polvo transmutatorio.

Con el misterioso personaje viajó a Egipto, Rodas y Malta. Es posible que en esta última isla, fortificada por los Caballeros de San Juan, conociera por primera vez a la masonería. Algunos de estos caballeros, estudiaban activamente el esoterismo y existían numerosos laboratorios de alquimia.

El gran maestre de la Orden, Pinto de Fonseca, de origen portugués, estaba muy versado en hermetismo. Althotas, en el curso de un experimento, respiró accidentalmente vapores de un athanor y murió. Balsamo, pocos días después, abandonó la isla camino de Nápoles.

REALIDAD Y FICCION

En los primeros años de su vida, Balsamo no dudó en estafar, falsificar y engañar. La Inquisición reunió abundante material sobre esos años en los que no dudaba en presentarse como descendiente del jeque de La Meca, hijo putativo de Acharat, último rey de Trebisonda. Al ser destronado éste, su hijo -Cagliostro- debió exiliarse, pero resultó capturado en La Meca y vendido como esclavo a un notable jeque quien lo instruyó en la cábala y le otorgó el título de "Hijo desdichado de la Naturaleza".

Las enseñanzas allí adquiridas le darían derecho a utilizar el título de Gran Copto de Europa y Asia. Encontró a una cofradía de derviches bailarines turcos, y a los últimos adoradores de Osiris. Fue a Damasco, conoció al sabio Althotas, poseedor de los arcanos superiores y con él llegó a Malta, isla en la que ambos en un laboratorio subterráneo, practicaron la alquimia. Enfrentados, Cagliostro mató a su amigo. Tal fue la génesis legendaria forjada por Cagliostro; es posible que la mayoría de elementos fueran fantaseados a efectos de urdir una "leyenda iniciática".

La realidad del origen de "Beppo" Balsamo era bien diferente: sus padres procedían de conocidas familias palermitanas; de la familia materna se sabe que su abuela procedía de la familia Cagliostro y su padre era un Bracconieri; utilizaba indebidamente el título de "conde" con el que ha pasado a la historia.

El no pretendía que le correspondiera por herencia regular, sino que lo atribuyó siempre a su condición de "noble viajero", con la que siempre quiso entroncar, uniéndose al linaje de Apolonio de Tiana, Tritemo y otros antiguos, y luego, a los peregrinos medievales que hicieron la ruta de Santiago. Era frecuente que los alquimistas tradujeran sus experiencias en el laboratorio a un lenguaje simbólico en el que el leit motiv era una larga peregrinación.

Uno de los maestros intelectuales de Cagliostro, Nicolás Flamel, ya había utilizado el tema del viaje a Santiago de Compostela como excusa para mostrar veladamente las distintas fases el proceso hermético. Cuando le preguntaron a qué escuela pertenecía, la contestación fue simbólica: "...una con muy pocos alumnos; de ahí he atravesado el mar Rojo y Egipto para venir aquí”, había hecho voto de viajar como todos los de su sociedad, por el bien de su sociedad. Solovioff vio en él a un "iniciado desviado", lanzado por el camino de la magia negra y el poder.

Si, en cambio, están documentados sus viajes sucesivos en ese período a Venecia, Marsella, Madrid, Barcelona, Cádiz, Lisboa, Strasburgo y Bruselas. Se desplazaba en su carroza, negra y ornada con blasones rojos; al llegar a una población siempre se hospedaba en el mejor albergue. El extraño peinado y el enigmático acento de Lorenza Feliciani, contribuían a que excitara la curiosidad de los notables y atrajera su interés.

Hasta ese momento parecían no ser más que un par de aventureros, él muy versado en esoterismo y ocultismo, pero puesto al servicio de sus delitos. En 1775, después de un breve paso por Londres, se ve envuelto en escándalos y estafas en Calais.

Viajará a Nápoles en 1775 y ese mismo año volverá a España. En Barcelona se encontrará con problemas y resultará encarcelado después de intentar estafar a un cura. La huida de un turbio asunto de diamantes robados lo llevará a Cádiz y, por segunda vez regresará a Londres. En el trayecto algo decisivo le ocurre y el falsario, estafador, es eclipsado por el taumaturgo y gran iniciado...

EL SEGUNDO VIAJE A LONDRES


Desde su llegada a la capital inglesa Cagliostro empieza a sorprender. Por una parte realiza curaciones milagrosas. Administra pastillas y polvos que ha obtenido por procedimientos alquímicos, cura también por imposición de manos y se gana pronto una sólida reputación de sanador que le ocasiona envidias en la profesión médica. Sus prodigios van mucho más allá.

Cuando se acerca a él algún menesteroso se limita a darle una guinea y un número concreto que, invariablemente, resulta premiado en la lotería. Los historiadores -incluso los más contrarios a su figura- han confirmado esta sucesión de sorprendentes aciertos. El matrimonio Scott, hasta entonces en la pobreza, logra ganar 400 libras y 360 guineas apostando al número indicado por Cagliostro. El señor Scott será procesado por amenazar al mago con una pistola y conminarle a que le comunique sus secretos herméticos.

El proceso iniciático que se abrió, probablemente en Malta con la amistad de Althotas y los experimentos alquímicos realizados con algunos caballeros de la Orden de San Juan, parece haber culminado. Giuseppe Balsamo ha pasado a ser el mago taumaturgo "Conde de Cagliostro".


El 12 de abril de 1777 ingresa en la Logia Esperanza, reunida al efecto en la taberna "King's Head" de Londres; un año después, cosa insólita, ya ha alcanzado los más altos grados de la orden, y una notoriedad que hará que los masones de la Estricta Observancia Templaria, de La Haya celebren un banquete en su honor y formen sobre su cabeza la "bóveda de acero" con sus espadas.

Conocerá al Duque de Brunswick, Gran Maestre de una de las obediencias masónicas y disertará ante él sobre el Gran Arquitecto del Universo. En ese momento está muy cerca de Nuremberg, y contacta con los núcleos rosacruces que se mueven allí cerca de las esferas de poder.

Será recibido por Federico II y por la más alta nobleza prusiana, como recomendado por el Duque de Orleans, Gran Maestre de la franc-masonería francesa. En esta época nadie discute sus dotes para la adivinación, la profecía y la hipnosis. En Rusia efectuará curaciones milagrosas, igualmente indiscutibles y gozará de la protección del Príncipe Potenkim. También allí practicará la alquimia con el general Yelaguin.

En Varsovia realizará una transmutación de plomo en plata; algunos lo denunciarán como falsario, pero siempre subsistirá la duda sobre la veracidad de la operación. Más tarde realizará otra transmutación en Londres. En todas estas peripecias siempre visitará los hospitales y a los menesterosos de los lugares que recorría.

Una aureola de santidad empieza a envolverlo. En 1785 sanó de cálculos renales a la princesa de Nassau, de migrañas a la de Mont Barey y al príncipe Soubise, el duque de Caillus, se vio aliviado de su gota así como un capitán de dragones... pero hubo cientos de curaciones entre los humildes.

UNA ESTRATEGIA PARA LA MASONERIA

Sus detractores opinan que Cagliostro entró en la masonería por oportunismo, pero parece poco probable. De hecho, su vida cambió a partir de entonces; no volvió a firmar sus escritos y documentos con su nombre bautismal sino con el “nombre iniciático”, “Conde de Cagliostro”. Lorenza Feliciani pasó a ser la “Princesa Serafina” tras ser admitida en una logia de adopción.

El contacto con el mundo mágico y paranormal que había iniciado conociendo al mago Althotas en su juventud, se cerraba ahora recibiendo la iniciación regular en una logia y el título de Maestro. Puede decirse con propiedad que Cagliostro no es Giuseppe Balsamo.

Las prácticas mágicas, el recurso a los ritos iniciáticos y ceremoniales, habían evocado a una entidad diferente que se superpuso a la del aventurero palermitano. Y esa entidad, Cagliostro, tenía un proyecto muy concreto para la masonería a desarrollar en tres fases:


1) creación de un rito capaz de unificar a la franc-masonería europea (ese rito se remontaba a Egipto porque allí veía el origen de las escuelas de misterios; había escrito: “Toda luz viene de Oriente, toda iniciación de Egipto”),

2) Cagliostro asumiría el liderazgo de la masonería europea

y 3) pondría la masonería en manos del Papa.


Tras este proyecto, sobre el cual escribió varios opúsculos, subyacía otro. Sus estudios astrológicos le inducían a pensar que estaba a punto de comenzar una nueva era en la que los misterios católicos deberían ser reconducidos a sus orígenes, que no eran sino egipcios. El judaísmo, del que había nacido el cristianismo, a su vez derivó, a través de Moisés, de los misterios egipcios, a los que Cagliostro intentaba remontarse.

JUDAISMO Y ORDEN DE LOS ILUMINADOS

Cuando Cagliostro describe minuciosamente los rituales de su organización masónica, faltaban aun dos décadas para que Napoleón pisara tierra egipcia con sus tropas y un grupo de egiptólogos. Champolión no había descubierto todavía la “Piedra Roseta” y se sabía poco de Egipto, sus tradiciones y misterios. El “rito egipcio” de Cagliostro tiene, en realidad, poco de egipcio y debe, en cambio, mucho al judaísmo.


A parte de los rumores sobre su origen judío, es cierto que, en el curso de sus viajes, tuvo una predisposición particular a trabar amistad con miembros de la “raza de Yahvé”. Conoció las doctrinas y los discípulos de Sabatai Zevi, un seudo-mesías que hizo correr mucha tinta en la segunda mitad del siglo XVII. Los “sabatianos” consideraban indiferente militar en cualquiera de las religiones abrahámicas.

Racionalistas en filosofía, fueron gnósticos en sus consideraciones religiosas e influyeron en el desarrollo del enciclopedismo y del racionalismo del siglo XVIII.

En los Países del Este europeo encabezaron movimientos subversivos y, algunos historiadores del esoterismo, han considerado el “sabatismo” como una “vía de la mano izquierda”. Los discípulos de Sabatai hablaban, en efecto, de “la santidad del pecado”. Se trataba de una versión no kabalística del judaísmo a la que se unían elementos gnósticos occidentales.


La secta de los “Iluminados de Baviera” ha sido considerada, por algunos historiadores como inspirada por los sabatianos. En ella se resumían las principales orientaciones del seudo-mesías: racionalismo, gnosis, subversión política. Pues bien, Cagliostro, fue admitido en 1780 entre los “Iluminados” e iniciado por el segundo jefe de la Orden, el barón von Knigge.

Una tradición oral refiere que la iniciación tuvo lugar en una ermita circular próxima al castillo Gross Korber. Los partidarios de Cagliostro sostienen que su iniciación masónica le permitió “adquirir poderes psíquicos”, mientras que la entrada en los Iluminados le orientó en su “acción temporal”, cuyo vehículo sería un nuevo rito masónico.

EL RITO EGIPCIO, RITO DE CAGLIOSTRO


En 1785 en París funda el Rito Egipcio de la Franc-Masonería, poco después adquirirá gran fama al predecir la fecha exacta del nacimiento del Delfín. Sus procedimientos mágicos más habituales consistían en utilizar a alguien como médium, frecuentemente un niño o una muchacha, quienes miraban en el interior de una copa llena de agua e


intuían las formas y las predicciones. Según otras versiones, el Rito Egipcio habría sido fundado en 1778 en Bruselas y según otras versiones la funda la Logia Madre del rito Egipcio en Lyon en 1784.

El Consejo Supremo del Rito estaría fundador por tres grandes personajes de la sociedad francesa de su tiempo y los nobles hacían literalmente cola para iniciarse en sus logias. Las mujeres recibían de Lorenza, devenida “Gran Sacerdotisa” y “Reina de Saba”, su aliento en la frente mientras decía: "Te concedo este soplo para que germine y viva en tu corazón el espíritu de la verdad con los nombres de Helios, Mene, Tetragammaton". Las "sibilas" eran las iniciadas en el Rito Egipcio.


Habían tardado más de veinte años en alcanzar su sueño dorado: fundar una nueva religión. El ritual de iniciación en su orden implicaba un período previo de ayuno y se realizaba en función del tema astrológico del aspirante. Este, vestido de negro era despojado de sus joyas; recitaba el oficio del Espíritu Santo, mientras los sacerdotes trazaban con sangre de un ave, signos sobre su cuerpo. Debía trazar un círculo con yeso en el suelo y escribir las palabras sacras: Rap, Yob, Oz, Fa, evocando a las cuatro regiones del universo. Luego penetra en el círculo, invoca al Ser, se postra con las manos en ángulo recto en espera de apariciones.

En el vestíbulo de la logia se colocaban colgaduras negras con serpientes bordadas; se administraban bebedizos a los novicios que los colocaban en una situación psíquica de máxima receptividad. Tres hombres les colocaban una venda ensangrentada en la frente. Todo esto recuerda más a las misas negras que a los ritos propiamente egipcios.

EN LOS ORIGENES DE LA REVOLUCION FRANCESA


En Estrasburgo, durante el año 1783, Cagliostro conoce al cardenal de Rohan y a la condesa de La Motte, ambos franc-masones. Pretendió del primero que gestionara el reconocimiento de su Rito Egipcio ante el papa. Rohan estaba enamorado de María Antonieta y Cagliostro prometió que lograría su amor mediante un conjuro. La condesa


de La Motte sabedora que dos joyeros habían armado un fabuloso collar para la reina, que ésta había rechazado por considerar que el erario público estaba ya suficientemente sobrecargado, falsificó una carta dirigida a De Rohan, en donde le comunicaba que deseaba verdaderamente el collar. De Rohan lo obtuvo y se lo entregó a la condesa de La Motte.

Descubierta la farsa, Cagliostro, Rohan y La Motte fueron procesados. Cagliostro resultó exonerado, pero su expulsión de Francia fue inevitable. El "asunto del collar", desacreditó a la monarquía y supuso un primer aldabonazo de lo que luego sería la revolución francesa.


Cagliostro fue acompañado hasta las puertas del antiguo fuerte de los templarios, la Bastilla, por una multitud delirante, probablemente más que 10.000 personas que lo vitorearon. Esa misma multitud, menos de tres años después volvería a plantarse ante la antigua Torre del Temple, convertida en cárcel para presos políticos, para abatirla, el 14 de julio de 1789.


OCASO Y LEYENDA


La aventura de Cagliostro había llegado al cenit. Expulsado de Francia radicará durante unos años nuevamente en Londres y luego seguirá estudiando cábala y alquimia en Basilea, pero finalmente cometerá su gran error marchando a Roma. En la corte papal la masonería egipcia había causado profundo rechazo, se percibía en ella un tufo satánico y no hubo más que recurrir a un antiguo proceso abierto contra Cagliostro por falsificación de moneda, incoado más de tres décadas antes, para encarcelarlo en el castillo papal de Sant'Angelo.

Juzgado también por herejía, el 7 de abril de 1791 un tribunal lo condena a muerte; la pena será conmutada por prisión perpetua, pero no podrá evitar que su libro de rituales "Masonería Egipcia" sea quemado públicamente junto a su mandil masónico, su cordón y demás objetos rituales, en la Plaza de Minerva.

Pocos meses después pidió confesión, intentó arrebatar el cinto del cura enviado al efecto y estrangularle con él, pero el sacerdote se defendió con tal furia que logró desasirse; a partir de este momento las condiciones de detención de Cagliostro se endurecieron y murió poco después en San Leon el 26 de agosto de 1795.

Había concluido la peripecia del hombre más sorprendente del siglo XVIII. Si esta es su historia, a partir de entonces empezaría a forjarse su leyenda.

En 1797, cuando las tropas francesas ocuparon los Estados Pontificios, un grupo de oficiales franceses asaltó el fuerte de San León para liberar a Cagliostro. Dice la leyenda que cuando supieron que había muerto se desplazaron al cementerio, desenterraron su cadáver y bebieron en su calavera a la salud de quien llamaron “mártir de la Libertad”. En la época muchos lo consideraron precursor de la Revolución Francesa.


Otra leyenda difundida por el ocultista francés Eliphas Levi afirma que Cagliostro logró escapar de Sant-Angelo disfrazado de fraile y prosiguió sus viajes hasta perderse el rastro camino del misterioso Oriente. La Blavatsky, aceptando esta versión, cuenta que Cagliostro fue a Rusia y vivió, ya a una edad excepcionalmente prolongada, cerca de la casa de sus padres. La propia Blavatsky cuenta como le vio materializar en lo más duro del invierno, un plato de fresas frescas para satisfacer el delirio de un enfermo...


CAGLIOSTRO EN BARCELONA


En 1769, Balsamo abandona Nápoles y atraviesa la Costa Azul, deteniéndose en Aix-en-Provence, donde conoce a Giacomo Casanova, convaleciente de una enfermedad. En sus memorias Casanova describe así a Lorenza : “Su rostro revelaba la nobleza, la modestia, la ingenuidad, la dulzura y aquella timidez pudorosa que tanta gracia da a las jóvenes”. En cuando a Cagliostro, elogia sus reproducciones de Rembrandt, “si cabe mejor que las originales”.

Abandonada la Provenza francesa y llegado a Barcelona. Permanecerá seis meses en la ciudad. Se alojará en el célebre Hostal del Sol que dio nombre a la calle que aun existe en el barrio de Santa María del Mar. La zona estaba habitada por judíos cambistas. La pareja, que llegó sin un céntimo, no tardará en verse envuelto en embrollos. Balsamo envió a Lorenza a confesarse -probablemente a la Iglesia de San Justo y Pastor- y urdió para el sacerdote una historia que suscitaba piedad e impulsos de socorro.

Lorenza explicó que era una noble romana cuyos padres la habían desheredado al casarse con Balsamo. Lloró con profusión y secó sus lágrimas con un pañuelito de seda que guardaba en el escote. El sacerdote se sintió atraído, tanto por la historia como por la belleza de Lorenza. Le regaló un jamón y algo de efectivo. El cura prometió escribir a la familia romana para lograr la reconciliación, pero Balsamo se negó a darle la dirección. Esto levantó las sospechas del sacerdote quien procuró obtener la copia del certificado de matrimonio por su cuenta.

Cuando, meses después, llegó, la pareja tuvo que abandonar el Hostal del Sol sin pagar la factura y dejando un par de mugrientas alforjas vacías. Durante el tiempo que permaneció en nuestra ciudad publicó anuncios en la prensa local ofreciendo sus pomadas y remedios milagrosos.

Tuvo buena amistad con Ambrosio Funes de Villalpanda, conde de Riela y Virrey de Cataluña, quien lo protegió brevemente, para estar cerca de Lorenza. Volverá a Barcelona en 1776, ya iniciado como franc-masón, cuando ha abandonado el nombre de Giuseppe Balsamo y es el Conde de Cagliostro.


De esta segunda estancia no se conservan referencias, salvo que a los pocos días de abandonar la Ciudad Condal, de paso por Alicante y camino de Cádiz, tuvo que detenerse en aquella ciudad a causa de la sífilis latente que había contraído en el anterior viaje...


CAGLIOSTRO EN MADRID


Llegado a Madrid, Balsamo se ganó la vida entre 1770-71 ejerciendo como dibujante y medrando a costa de su mujer, con la que se había encaprichado el Marqués de Fontanar. Cagliostro fue conocido en este período con el nombre de "Marqués de Pellegrini", nombre que corresponde a una bahía y un monte palermitanos, en clara referencia a su origen.


Se relacionó con los duques de Alba a quienes vendió cuadros pintados por él y no tardó en convertirse en un aficionado al toreo, a cuyas corridas asistía junto con el Marqués de Fontamar. Cada mañana, Lorenza, al levantarse, acudía presurosa a satisfacer los deseos del Marqués con el consentimiento de su esposo.

Más de medio año duró esta comedia, hasta que la Inquisición amenazó detenerlo. Entonces huyó. Estaba acusado de realizar encantamientos y pronunciar conjuros.

Hoy se tiene la seguridad de que Balsamo se relacionó en Madrid con judíos "marranos" (es decir, conversos que seguían fieles al mosaismo) y discípulos clandestinos del seudo-mesías Sabataï Zevi. Poco tiempo antes la Inquisición había desarticulado una red de judíos "marranos", infiltrados entre la nobleza y la profesión médica.


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