Mineapolis 1888


¡Preparáos! ¡Preparáos! ¡Preparáos!



Yüklə 113,31 Kb.
səhifə2/3
tarix04.02.2018
ölçüsü113,31 Kb.
#23941
1   2   3
¡Preparáos! ¡Preparáos! ¡Preparáos! El Señor tiene que volver a enviar, a través de Sus mensajeros, en todas partes de esta tierra, el mensaje que Dios ha planeado que sea el mensaje que va a preparar al pueblo para encontrarse con el Señor. El mensaje de la justicia de Cristo. Que en Él debemos poner nuestros ojos. Y ese es el tema de mañana por la noche. Fija tus ojos en Cristo. Y ese es el tema más importante de toda esta semana y por eso lo he guardado para el viernes.

Ahora, hace 100 años atrás, cuando este mensaje vino por primera vez a la Iglesia Adventista, la gran mayoría lo rechazó. ... ha logrado la victoria para que el pueblo no reciba el mensaje que Dios ha dado para esta hora. El mensaje de la justificación, que los apóstoles proclamaron el día de Pentecostés. La luz que ha de iluminar al mundo entero con Su gloria fue resistida por la acción de nuestros hermanos dirigentes. Y fue impedido que el mensaje llegase al pueblo, y así al mundo entero. Hermanos, que no se repita la historia. Tenemos demasiado consejo de Dios en el Espíritu de Profecía para que ahora que todo está preparado otra vez, no se vuelva a repetir la historia. Los judíos perecieron como nación, déjenme leérselos.



TM: 109. Y recuerden, esto es en el contexto del mensaje de justificación por la fe. Los judíos perecieron como nación, porque se apartaron de la verdad de la Biblia y fueron guiados por sus dirigentes, sus sacerdotes y sus ancianos. Si hubiesen escuchado las lecciones de Jesús, si hubiesen investigado las Escrituras por sí mismos, no hubiesen perecido. ¿Qué es lo que tenemos que hacer hermanos? Investigar el mensaje por nosotros mismos. No requiere mucho conocimiento o capacidad el hacer preguntas difíciles de responder. Un niño puede hacer preguntas que puede dejar perplejos a los hombres más sabios. No nos empeñemos en una competencia de esta clase. Existe en nuestro tiempo la misma incredulidad que había en los días de Cristo. Hoy como entonces, el deseo de promoción a los puestos y el deseo de alabanza de parte de los hombres, descamina al pueblo de la sencillez de la verdadera piedad. No hay orgullo tan peligroso como el orgullo espiritual de los que quieren alcanzar posiciones sobre el pueblo de Dios. Los jóvenes deben investigar las Escrituras por sí mismos. No deben pensar que es suficiente que los de más experiencia busquen la verdad y que los más jóvenes pueden aceptarla cuando proviene de ellos, considerándolos una autoridad. Escuchen jóvenes. No se conformen con escuchar lo que escuchan de los adultos. Y decir, eso debe ser la verdad, porque ellos la están enseñando. Cada uno tiene que estudiar ¿cómo? Por sí mismo. Los judíos perecieron como nación, porque fueron apartados de la verdad de la Biblia, por sus gobernantes, sacerdotes y ancianos. Si hubieran hecho caso a Jesús, si hubieran investigado las Escrituras por sí mismos, no hubieran perecido. Hay jóvenes en nuestras filas, que están vigilando, para ver con qué espíritu los ministros abordan la investigación de las Escrituras. Si es que están dispuestos a ser enseñados y si son suficientemente humildes para aceptar la evidencia y recibir la luz de los mensajeros que Dios decide enviar con la luz para este tiempo. Está hablando de Waggoner y de Jones. Y ella les habla a los jóvenes, y dice, hermanos, sólo porque los más viejos en esta causa se estén oponiendo, no crean ustedes que tienen que aceptarlo, simplemente porque esos más viejos les dicen que es así. Investiguen por ustedes mismos. Sigue diciendo, debemos estudiar la verdad por nosotros mismos. No debe confiarse en nadie para que piense por nosotros. No importa de quién se trate o cuán elevado sea el puesto que ocupe, no hemos de mirar a nadie como criterio para nosotros. Si hermanos, y eso me incluye a mí. No estén poniendo los ojos en un hombre. Pongan los ojos en Jesús hermanos. Y estudien por ustedes mismos las Escrituras. Debemos aconsejarnos mutuamente, debemos estar sujetos los unos a los otros, pero al mismo tiempo debemos ejercer la capacidad que Dios nos ha dado para investigar individualmente, para saber cuál es la verdad. Cada uno de nosotros debe pedir al cielo la iluminación divina. Debemos desarrollar individualmente un carácter que soporte la prueba en el día de Dios. No debemos ser obstinados en nuestras ideas y pensar que nadie debe interferir en nuestras opiniones. Si un hermano está enseñando el error, los que ocupan puestos de responsabilidad debieran saberlo. Y si está enseñando la verdad deben ponerse resueltamente de su lado. Todos nosotros debemos saber lo que se enseña en nuestro medio, pues si es la verdad, necesitamos conocerla. El maestro de la Escuela Sabática necesita conocer la verdad. Todo alumno de Escuela Sabática debe comprenderla. Todos tenemos la obligación ante Dios de comprender lo que Él nos envía. Él ha dado instrucciones por las cuales podemos probar toda doctrina. A la ley y al testimonio, si no dijeren conforme a esto es porque no les ha amanecido. Pero si está de acuerdo con esta prueba, no estéis tan llenos de prejuicios que no podáis aceptar, sencillamente porque no concuerda con vuestras ideas. Es imposible que una mente, cualquiera que sea, comprenda toda la riqueza y grandeza de una sola promesa de Dios. Una capta la gloria desde un punto de vista, otro la hermosura y la gracia desde otro punto de vista. El alma se llena de la luz del cielo. Si viéramos toda la gloria, el espíritu desmayaría. Pero podemos tener revelaciones de las abundantes promesas de Dios mucho mayores que aquellas de las que ahora nos gozamos. Me entristece pensar cómo perdemos de vista la plenitud de la bendición destinada a nosotros. Nos contentamos con fulgores momentáneos de iluminación espiritual, cuando podríamos andar día tras día a la luz de la presencia divina. Queridos hermanos, orad como nunca lo habéis hecho, para que los rayos del sol de justicia brillen sobre Su Palabra, para que podáis comprender su verdadero significado. Jesús rogó que sus discípulos fuesen santificados en la verdad. La Palabra de Dios es verdad. Cuán fervientemente pues debiéramos orar para que aquel que todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios, aquel cuya misión es recordarle al pueblo de Dios todas las cosas y llevarlo a toda la verdad, esté con nosotros en la investigación de Su santa Palabra. Estas palabras las escribió unos poquitos meses después de 1.888. No cerremos el corazón a los mensajes de Dios. Escudriñemos por nosotros mismos. Hermanos, la influencia de aquellos que rodeaban y dirigían entonces la obra, fue tan grande, que el mensaje de Dios fue rechazado. El Espíritu Santo fue contristado y terminó por retirarse. La Lluvia Tardía se paró. Trágico. El capítulo más triste de la historia de la Iglesia Adventista.

¿Y qué de hoy hermanos? Hoy se está escribiendo un nuevo capítulo. Y un capítulo tan impresionante como fue aquel, solo que ahora las cosas del mundo están 100 veces más graves que lo que estaban 100 años atrás. Todo está listo para la crisis final. Lo único que falta, es que el pueblo de Dios sea lleno del Espíritu Santo hermanos. Esto es lo único que falta. Y Dios está enviando un mensaje a Su pueblo. Esta es la hora de este mensaje hermanos. La hora del mensaje de la justicia de Cristo, nuestro inmaculado intercesor. Pero hermanos, ¿qué haremos con ese mensaje? ¿Permitiremos que el Espíritu Santo lo grabe en nuestra vida, y lo imprima en nuestro ser?



El mensaje de la justicia de Cristo dice que Cristo todo lo hace en mi para Su gloria. Cristo en nosotros la esperanza de gloria. Si yo permito que Jesús llene mi vida, llene mis pensamientos, llene todo lo que soy, voy a vivir de acuerdo con la vida de Cristo Jesús. Porque ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi, y lo que ahora lo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Si mismo por mi. Si ahora estoy viviendo en la carne, es Cristo el que vive en mi y Él me va a llevar a toda la obediencia de Sus mandamientos, como acabamos de leer. La descripción de ese mensaje. ¿Se acuerdan ahí en la página 91? Déjenme recalcarles sólo esa frasecita que describe lo que es el mensaje. Presentaba la justificación por la fe en el Garante, invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los requerimientos de Dios. Cuando Cristo mora en mi por el Espíritu Santo, Él vive Su vida en mi y yo obedezco a Su santa ley para gloria y honra de Su nombre. Él la obedece dentro de mi, porque Él vive en mi, y aquel que está aferrado de Cristo Jesús, vive una vida que glorifique Su nombre. Ese es el mensaje de la justificación por la fe. Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Con Cristo todo es posible. Separados de Mi dijo Él, nada podéis hacer. Pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Ese es el mensaje que nuestra Iglesia necesita ahora. Para que pongamos nuestros ojos en Jesús. Y mañana vamos hablar de la justificación por la fe. El mensaje precioso de poner los ojos en Jesús, Autor y Consumador de la fe. Quiera el Señor llevarte a investigar este asunto por ti mismo. Y que se oponga quien se oponga. Esta vez, el pueblo de Dios va a aceptar el mensaje. Porque llega la hora cuando Dios dice, basta. Vamos a entrar en Canaán con los que estén listos. Y los demás quedarán tirados en el desierto. Esa hora ha llegado. Y es la hora de tu oportunidad. No olvides que de nada te sirve conocer toda esta historia, si esto no te lleva a poner a Jesús en tu corazón, a manifestar Su amor, Su ternura, Su comprensión, a tratarnos como Cristo nos trataría. La prueba de que Jesús mora en nosotros no es que sepamos las profecías, ni podamos discutir con cualquiera el tema de la justificación por la fe. La prueba de que este mensaje ha sido aceptado en nosotros, es nuestro carácter semejante al de Cristo. La humildad, la paciencia, la magnanimidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y el dominio propio. Que Jesús coloque en nosotros los dones de Su Espíritu que Él quiere brindarnos. Abrámosle el corazón y digámosle, ven Jesús, entra en mi corazón. Él dice, he aquí Yo estoy a la puerta y llamo. Es el llamado de Jesús a Laodicea. A tu corazón. Él quiere entrar y calentarte. Él quiere entrar y vivir en ti y cumplir Su ley en tu corazón. Dile que si. Dile, entra Jesús, límpiame, quita de mi todo lo malo, y hazme semejante a tu Hijo Jesús. Que esta sea tu oración y la mía en esta hora. Que el Señor Jesús te bendiga.

Dios santo, Tu nos has hablado en esta noche, por Tu Palabra, por la historia, por las lecciones del pasado, y por los acontecimientos actuales. Nos hablas con amor. Nos has hablado en esta noche a través del canto y nuestra oración ha sido, Santo Espíritu tócame. Oh Señor, con corazón compungido, humildemente te pedimos que hagas de nuestro corazón Tu morada santa. Ven Señor a nuestro corazón. Te invitamos a entrar. Queremos que vivas en nosotros, que vivas Tu vida en nosotros. No quites Tu Santo Espíritu de nosotros. Renuévanos con Tu poder y llévanos Señor a vivir en armonía con Tu santa ley, desarrollando en nuestra vida el carácter de Jesús. Te agradecemos por estar con nosotros. Te agradecemos por la seguridad de Tu presencia aquí. Llévanos con vida a nuestros hogares y tráenos otra vez a comenzar las santas horas de Tu Sábado juntos, aprendiendo a los pies de Jesús, escuchando Tu testimonio, que Él nos envía a nosotros en este día final. Gracias por darnos Tu paz. Te lo agradecemos en el nombre precioso de Cristo Jesús nuestro Salvador. Amén.



*********** ------- ***********

Como hemos visto, el año 1.888 fue un año muy especial, para el pueblo de Dios y para el pueblo aquí en los Estados Unidos. Había un poderoso movimiento en esta nación, tratando de lograr que la ley dominical fuese implantada por ley gubernamental en nuestro país. En ese momento, alrededor de ese tiempo, Dios y nuestro Señor Jesucristo en Su infinita misericordia miró con ojos compasivos la indiferencia, la tibieza espiritual de Su pueblo profeso aquí en la tierra. No estaban preparados para confrontarse con la prueba de la fe que se venía sobre ellos. No estaban listos para la ley dominical. Aquellos que tenían que levantar su voz y proclamar a voz en cuello las amonestaciones y las verdades del mensaje del tercer ángel, eran ellos mismos ignorantes del mensaje del tercer ángel. No tenían la experiencia del mensaje del tercer ángel en su vida. El mensaje del tercer ángel es una cadena perfecta de verdades. Uno de los eslabones más importantes de esta cadena, es el eslabón de la libertad. La libertad de consciencia en asuntos que tienen que ver entre el hombre y Dios. Justamente el mensaje del tercer ángel nos amonesta en contra de la marca de la bestia y su imagen. La imagen de la bestia es un sistema de gobierno que será formado para establecer la marca de la bestia, que es la legislación dominical. Bajo este sistema, al hombre se le usurpa la libertad de consciencia para adorar a Dios de acuerdo a sus convicciones. La religión se pone por la fuerza. El hombre es hecho siervo del hombre, y a Dios se le usurpa la lealtad que tan solo a Él le pertenece. La imagen de la bestia será formada en un sistema que será una copia de la primera bestia, que existía antes que esta. La jerarquía Papal. Así que la marca de la bestia, será un sistema político-religioso, que será una copia del sistema político-religioso que gobernó durante la Edad Media en Europa. O sea, un sistema jerárquico, que colocará al hombre por encima del hombre. Las palabras y las leyes del hombre tendrán mayor autoridad que las leyes de Dios. Que las palabras y los mandatos de Dios. Y justamente este va a ser nuestro momento de prueba. Esta es la prueba que todo hijo de Dios tendrá que confrontar en el tiempo del fin. En el CS: 651, nos dice la mensajera del Señor, sólo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia, podrán resistir en el último gran conflicto. Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva. ¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora decisiva se acerca. Así que la prueba final, la prueba decisiva será si escogeremos obedecer a Dios antes que a los hombres. Y aquí es donde viene el problema hermanos. Todos aquellos que se han acostumbrado, que se han educado a sí mismos en el hábito de obedecer a los hombres antes que a Dios, en los asuntos pequeños de la vida, van a encontrar que es mucho más fácil ceder a los poderes que estarán establecidos, antes que pasar por tribulación, por hambre, por prisiones, y aún por la muerte, cuando la marca de la bestia sea colocada sobre todos los habitantes de este planeta. La mensajera del Señor nos dice, en el libro El Hogar Adventista: 16, nuestra vida diaria determina nuestro destino. En otras palabras, cada acto, cada decisión que nosotros estamos tomando, cada momento de nuestra vida, nos está preparando ya sea para el sello de Dios o para la marca de la bestia.

2 JT: 71, los que se unen con el mundo van recibiendo su molde y se están preparando para la marca de la bestia. Los que desconfían de sí mismos, se humillan delante de Dios y purifican sus almas obedeciendo a la verdad, son los que reciben el molde celestial y se preparan para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, el carácter permanecerá puro y sin mancha para la eternidad. Ahora es el momento de prepararse. Así que la mensajera del Señor nos enseña claramente, que lo que estamos haciendo ahora determinará lo que haremos en el momento final, en la prueba decisiva.

El poder, llamado la imagen de la bestia, es el sistema que llevará a un desarrollo máximo y completo el misterio de iniquidad, en toda la historia de la humanidad. Esa será la perfección de la imagen de Satanás, o sea, el desarrollo final de los principios de Satanás, será implantado en los hombres y en sus gobiernos, formando así la imagen de Satanás. Esta será la manifestación culminante de la iniquidad satánica. Cuando el hombre de pecado sea adorado tanto, que se siente en el templo de Dios haciéndose pasar como si fuera Dios. 2 Tes. 2. Justamente, esa influencia satánica, el misterio de iniquidad, está definido claramente en el libro Primeros Escritos, allá en aquel capítulo titulado El Misterio de Iniquidad. En PE: 213, la mensajera del Señor lo describe así, siempre ha sido el proyecto de Satanás desviar de Jesús la atención de la gente. Volverla a los hombres y destruir el sentido de la responsabilidad individual. Fracasó Satanás en su propósito cuando tentó al Hijo de Dios, pero tuvo más éxito en su esfuerzo con los hombres caídos. Corrompióse el cristianismo. Papas y sacerdotes se arrogaron una posición exaltada, y enseñaron a la gente que debía acudir a ellos para obtener el perdón de sus pecados, en vez de recurrir directamente a Cristo. La gente quedó así del todo engañada. Se les enseñó que el Papa y los sacerdotes eran los representantes de Cristo, cuando en verdad lo eran de Satanás, y a Satanás adoraban cuando ante ellos se postraban. La gente pedía la Biblia, pero el clero creyó peligroso que la leyeran los fieles por sí mismos, por temor de que se ilustrasen y descubriesen los pecados de sus instructores. Se enseñó a la gente a recibir las palabras de esos engañadores como si proviniesen de la boca de Dios. Ejercían sobre la mente aquel poder que sólo Dios debiera ejercer. Si algunos se atrevían a seguir sus propias convicciones, se encendía contra ellos el mismo odio que los judíos habían manifestado contra Jesús. Y los que tenían autoridad, se rebelaban sedientos de su sangre. Ese es el misterio de iniquidad. Que el hombre dependa del hombre. Que haga a un lado a Cristo, que quite sus ojos de Jesús y dependa de las palabras, de las instrucciones y de los mandamientos de los hombres. Esta es la imagen de la bestia. El perfecto contraste con ese misterio de iniquidad, el universo entero ve el desarrollo más glorioso de los principios del reino de Cristo, al cumplirse el misterio de Dios. Apo. 11:1-7.

Es justamente el implantar, el perfeccionar la imagen de Dios y los principios de Su reino, en el corazón del ser humano en forma individual, hasta que finalmente como cuerpo, Su Iglesia refleje la imagen de Cristo. Porque Cristo es la cabeza de la Iglesia. Y Él es quien la dirige. Dice el apóstol Pablo, en Col. 1:18, Él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, para que en todo tenga la preeminencia. Y en el versículo 25, de la cual, dice él, fui hecho ministro según la administración de Dios que me fue dada con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Oh, Dios va a tener un pueblo en este tiempo del fin. Un ejército de hombres y mujeres que defenderán tan solo a Su Palabra, y obedecerán tan solo la voz de Cristo, mientras el mundo entero obedezca al hombre, antes que a Dios.

Dice el Señor, con respecto a Su Iglesia que estará esperando Su venida. En el libro de Job, en el capítulo 29:25, calificaba yo el camino de ellos, me sentaba entre ellos como el jefe y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran. El Señor se sienta como Rey en Su ejército. Él tendrá un ejército de hijos suyos que le obedezcan. Ahora, esto es en tremendo contraste con el ejército de Satanás, con la naturaleza del hombre. Se requiere fe para poner nuestra vista en el Dios invisible del cielo, en lugar de poner nuestra vista en los líderes terrenales, en los reyes, en las cabezas que existen en esta tierra. En contraste con el ejercicio de esta fe, es la religión de la naturaleza humana.

Dice la mensajera del Señor, en 3 Señales de los Tiempos: 99, el Papado es la religión de la naturaleza humana. Que el hombre dependa del hombre. Que el hombre confíe en el hombre. Que el hombre ponga sus ojos en otro hombre. Que se someta a la voluntad de otro. Esta es la naturaleza humana. Porque la naturaleza caída demanda tener una cabeza visible, un hombre que sea puesto en el lugar donde sólo a Dios le corresponde estar. Este es exactamente el misterio de la iniquidad. La religión de la naturaleza humana. Y el mensaje del tercer ángel, justamente profetiza que Dios tendrá un pueblo que guardará los mandamientos de Dios y tendrá la fe de Jesús. Este es un llamado a que hombres y mujeres ejerciten la fe en el Dios invisible de los cielos, tal cual como Cristo dependió de Su Padre. Si se acepta este mensaje, el mensaje del tercer ángel, que es el mensaje de la justificación por la fe en verdad, esto echará por el suelo la gloria del hombre. La echará por el polvo y a Jesús se le dará la preeminencia en todas las cosas, como nuestra única cabeza, como nuestro único Jefe, como el único Rey de Su ejército, que se sienta en el cielo. Nuestras vidas llegarán a tener una confianza perfecta, una dependencia total de toda palabra y mandamiento de la inspiración, y por la fe caminaremos en cada rayo de luz que Dios nos muestra. Esto es lo que significa justicia por fe. Es hacer de Jesús nuestro Líder. Es hacer de Jesús nuestro Rey. Es hacer de Jesús nuestra Cabeza. Este es el mensaje del tercer ángel, en verdad. Y otra vez lo digo hermanos, aquellos que Dios levantó y trajo a la existencia para enseñar tanto por precepto como por ejemplo, este precioso mensaje, estaban totalmente ajenos a esta experiencia en sus vidas en 1.888. Eran ignorantes de este mensaje.

Dice la mensajera del Señor, y lo leímos esta noche, estaban siguiendo el camino del romanismo. Seguían la inclinación de la naturaleza humana, dependían de sus líderes humanos. El principio organizacional de gobierno, sobre el cual estaban basados, le daba poder al hombre, y dejaba sin poder al ser humano para lograr la victoria sobre la bestia, sobre su imagen y sobre su marca. Porque justamente el principio que ellos estaban practicando, esto es, el pueblo de Dios en 1.888 era el principio de depender del hombre, y eso hacía que no tuviesen poder para lograr una vida de victorias sobre el pecado. El diablo había tenido éxito en la obra dentro de su Iglesia. Lo leímos allá en TM: 93, escuchen con que claridad la mensajera del Señor describe el problema que existía en la Iglesia en aquella época. Dice, siempre ha sido el firme propósito de Satanás eclipsar la visión de Jesús e inducir a los hombres a mirar al hombre, a confiar en el hombre, y a esperar la ayuda del hombre. Durante años la Iglesia ha estado mirando al hombre y esperando mucho del hombre, en lugar de mirar en quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. Por eso Dios entregó a sus siervos un testimonio que presentaba con contornos claros y distintos la verdad como es en Jesús, que es el mensaje del tercer ángel.

Así que el mensaje del tercer ángel presentado por Waggoner y Jones, la justicia de Cristo, llamaba a los hombres a quitar la vista del hombre y a ponerla en Cristo Jesús. A depender de Él. Y en la página 362, hablando del rechazo que sucedió en aquella época contra el mensaje de Dios, nos dice la mensajera del Señor, estaban en las mismas huellas del romanismo. Dependiendo del hombre. Por eso, al seguir lo que sus líderes le decían y no investigar por ellos mismos la verdad, rechazaron el mensaje de Cristo Jesús. En las huellas del romanismo. Recuerden que el principio fundamental de Roma, es colocar al hombre en el lugar donde solamente Dios tiene derecho a estar.

Allá por el año 1.888 este principio diabólico estaba siendo entretenido, estaba recibiendo aceptación, dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Acabamos de leer que muchos habían perdido de vista a Jesús y estaban confiando en el hombre y dependiendo del hombre. A la gente se le había educado a confiar en sus líderes para recibir guía de ellos, en asuntos espirituales. Y por eso no estuvieron preparados ni listos para aceptar el mensaje que Dios les había mandado. Dice la mensajera del Señor, por eso Dios les dio a sus siervos este mensaje de la justificación por la fe. Noten otra vez la cita, durante años la Iglesia había estado mirando al hombre y esperando mucho del hombre, en lugar de mirar a Jesús, en quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. Por eso Dios entregó a sus siervos, Waggoner y Jones, un testimonio que presentaba con contornos claros y distintos la verdad como es en Jesús, que es el mensaje del tercer ángel en verdad.


Yüklə 113,31 Kb.

Dostları ilə paylaş:
1   2   3




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©www.genderi.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

    Ana səhifə