Concise International Chemical Assessment Document 33


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Concise International Chemical Assessment Document 33

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utilisé comme milieu de contraste, n’est pas un irritant



puissant. On n’a pas trouvé d’informations utiles sur le

potentiel de sensibilisation des composés du baryum.

Le rein semble l’organe cible le plus sensible chez

les rats et souris exposés de façon répétée à du chlorure

de baryum dans l’eau de boisson. Lors d’études de

toxicité chronique chez l’animal d’expérience, les effets

du baryum sur la tension artérielle, la fonction cardiaque

et les muscles squelettiques, observés chez l’homme et

chez l’animal après exposition orale aiguë, n’ont pas été

confirmés.

L’exposition humaine par inhalation à des formes

insolubles de baryum entraîne des manifestations

radiologiques de barytose sans signes d’atteinte de la

fonction pulmonaire ni de pathologie pulmonaire. On ne

dispose que de données limitées à ce sujet chez l’animal.

L’exposition répétée à l’oxyde de baryum par inhalation

peut provoquer l’apparition d’une bronchite avec toux,

expectoration muqueuse et/ou dyspnée. Dans une étude

limitée, des altérations histopathologiques mineures ont

été observées dans les poumons de rats exposés au

sulfate de baryum à raison de 40 mg/m

3

 pendant 5 heures



par jour, 5 jours par semaine, mais sans indication de

potentiel fibrogène. Des études sur l’animal avec instil-

lation de sulfate de baryum dans les voies respiratoires

ont montré une réponse inflammatoire et la formation de

granulomes pulmonaires, mais ce type de réponse

s’observe en cas d’exposition à des quantités impor-

tantes de n’importe quelles poussières de faible solu-

bilité, qui entraîne des modifications de la clairance

pulmonaire et des effets sur le poumon.

D’après les données disponibles, le baryum ne

semble pas comporter de risques pour la reproduction ou

le développement, même si les études chez l’animal sont

limitées. Lors des essais biologiques standard du

National Toxicology Program sur des rongeurs, le

baryum ne s’est pas montré cancérogène. Malgré

l’absence de données in vivo, les résultats obtenus in



vitro indiquent que les composés du baryum sont

dépourvus de potentiel mutagène.

L’ingestion avec l’eau de boisson et les aliments

est la voie la plus fréquente d’exposition aux composés

du baryum dans la population générale. En ce qui

concerne l’environnement professionnel, les données en

provenance de l’industrie au Royaume-Uni et les

prévisions réalisées avec le modèle EASE (Estimation

and Assessment of Substance Exposure) indiquent que

l’exposition pourrait être abaissée jusqu’à moins de

10 mg/m

3

 en moyenne pondérée sur une durée de



8 heures (total des poussières inhalables). Dans certains

cas, les taux pourront être abaissés à des valeurs encore

plus faibles. L’exposition à court terme pourra dépasser

10 mg/m


3

 pour certains travaux.

Les critères de toxicité chez l’homme pour l’expo-

sition au baryum et à ses composés sont l’hypertension

et les troubles de la fonction rénale. En prenant dans le

présent document une dose sans effet indésirable

observé (NOAEL) chez l’homme de 0,21 mg de baryum

par kg de poids corporel par jour, on est parvenu à une

dose tolérable de 0,02 mg/kg de poids corporel par jour

pour le baryum et les composés du baryum.

Le baryum dissous dans les environnements

aquatiques peut constituer un risque pour des

organismes aquatiques comme les daphnies, mais

apparemment dans une moindre mesure pour les

poissons et les plantes aquatiques, même si on ne

dispose que de données limitées. Aucun effet

indésirable n’a été observé lors de bilans écologiques

réalisés sur la flore et la faune terrestres, bien que l’on

connaisse chez certaines plantes une bioaccumulation

du baryum présent dans le sol.




Barium and barium compounds

51

RESUMEN DE ORIENTACIÓN

Este CICAD sobre el bario y los compuestos de

bario fue preparado por la Agencia para la Protección del

Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA) y la

Dirección de Salud y Seguridad del Reino Unido (HSE)

para actualizar la monografía de los Criterios de Salud

Ambiental de la OMS correspondiente al bario (IPCS,

1990). Los documentos originales fueron el Examen

toxicológico del bario y sus compuestos de la EPA (US

EPA, 1998), el Perfil toxicológico del bario de la

Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y

Enfermedades (ATSDR, 1992) y el documento de



Evaluación del riesgo del sulfato de bario de la HSE,

que se concentra en la exposición ocupacional (Ball et

al., 1997). En la preparación del examen de la US EPA

(1998) se realizó una búsqueda de datos toxicológicos

actualizados (1998) en la bibliografía. En enero de 1999 se

hizo una búsqueda bibliográfica en las bases de datos en

línea actualizadas para identificar cualquier referencia

con información toxicológica o ecológica sobre el bario

publicada después de las incorporadas a los

documentos originales enumerados más arriba. Los

datos sobre el sulfato de bario localizados hasta

septiembre de 1997 figuraban en el documento de la HSE.

Se realizó una búsqueda bibliográfica ulterior hasta abril

de 1999 para determinar cualquier información adicional

publicada antes de la conclusión de este examen. La

información relativa al carácter del examen

colegiado y a la disponibilidad de los documentos

originales se presenta en el apéndice 1. La

información sobre el examen colegiado de este CICAD

aparece en el apéndice 2. Este CICAD se aprobó como

evaluación internacional en una reunión de la Junta de

Evaluación Final, celebrada en Helsinki (Finlandia) del 26

al 29 de junio de 2000. La lista de participantes en esta

reunión figura en el apéndice 3. Las Fichas

internacionales de seguridad química para el bario (ICSC

1052), el clorato de bario (ICSC 0613), el cloruro de bario

(ICSC 0614), el dihidrato de cloruro de bario (ICSC 0615),

el oxido de bario (ICSC 0778), el peróxido de bario (ICSC

0381) y el sulfato de bario (ICSC 0827), preparadas por el

Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias

Químicas (IPCS, 1993, 1999a-f), se reproducen en este

documento.

El bario es un metal alcalinotérreo denso que se

encuentra en la naturaleza como catión divalente en

combinación con otros elementos. Además de su pres-

encia natural en la corteza terrestre y, por consiguiente,

en la mayor parte de las aguas superficiales, el bario

también se libera al medio ambiente a través de las

emisiones industriales. Su tiempo de permanencia en la

atmósfera puede durar hasta varios días.

El sulfato de bario existe como polvo o cristales

ortorrómbicos de color blanco. La barita, mineral del cual

se obtiene el sulfato de bario, es un mineral cristalino

moderadamente blando de color blanco entre opaco y

transparente. Las impurezas más importantes son el

óxido de hierro (III), el óxido de aluminio, la sílice y el

sulfato de estroncio.

La barita (sulfato de bario) se utiliza fundamen-

talmente como elemento constitutivo de los lodos de

perforación en la industria del petróleo. También se

emplea como relleno en una serie de revestimientos

industriales, como relleno denso en algunos plásticos y

productos de caucho, en los cojinetes del embrague y en

algunos selladores y adhesivos. El tamaño de las

partículas al que hay que triturar la barita depende del

uso. Por ejemplo, los lodos de perforación se trituran

hasta un diámetro medio de las partículas de 44 

:

m, con



un máximo del 30% de las partículas con un diámetro

inferior a 6 

:

m.

No hay pruebas de que el bario sufra biotransfor-



mación distinta de la de catión divalente. Cabe suponer

que la toxicocinética de los iones de bario es la misma

que la de las sales solubles de bario. Los estudios en

ratas utilizando una sal soluble (cloruro de bario) han

puesto de manifiesto que los iones de bario absorbidos

se distribuyen a través de la sangre y se depositan

fundamentalmente en el esqueleto. La vía principal de

eliminación del bario tras la administración oral, la

inhalación o la instilación intratraqueal son las heces.

Tras la introducción en el tracto respiratorio, la aparición

de sulfato de bario en las heces se debe a una elimina-

ción mucociliar de los pulmones y la posterior ingestión.

En las personas, la ingestión de concentraciones

elevadas de compuestos de bario solubles puede provo-

car gastroenteritis (vómitos, diarrea, dolor abdominal),

hipopotasemia, hipertensión, arritmias cardíacas y

parálisis de los músculos esqueléticos. El sulfato de

bario insoluble se ha utilizado ampliamente en dosis

elevadas (450 g) como medio de radiocontraste oral y no

se han notificado efectos sistémicos adversos. No se

dispone de datos experimentales sobre el sulfato de

bario; sin embargo, debido a su absorción limitada a

partir del tracto gastrointestinal o la piel, es poco

probable que pueda tener un efecto sistémico signifi-

cativo.

La toxicidad aguda por vía oral de los compuestos



de bario en animales experimentales es de ligera a

moderada. La infusión intravenosa de cloruro de bario

produce un aumento de la presión sanguínea y arritmias

cardíacas.

El hidróxido de bario es fuertemente alcalino, y por

consiguiente corrosivo. El nitrato de bario provocó una




Concise International Chemical Assessment Document 33

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irritación cutánea leve e irritación ocular grave en



conejos. La falta de información acerca de la irritación

cutánea u ocular en las personas, a pesar de su uso

generalizado, parece indicar que el sulfato de bario,

utilizado con frecuencia como medio de contraste, no es

un irritante fuerte. No se encontró información útil sobre

el potencial de sensibilización de los compuestos de

bario.

El riñón parece ser el órgano destinatario más



sensible en las ratas y los ratones expuestos repetida-

mente a cloruro de bario en el agua de bebida. En

estudios de exposición crónica al bario con animales de

laboratorio no se han confirmado los efectos en la

presión sanguínea y los músculos cardíacos y esquelé-

ticos observados en las personas y en los animales de

laboratorio tras la exposición oral a concentraciones muy

elevadas.

La exposición de las personas a formas insolubles

de bario por inhalación da lugar a resultados radiológi-

cos de baritosis, sin pruebas de alteración de la función

y la histología pulmonares. La información sobre la

toxicidad del bario inhalado en los animales es limitada.

La exposición repetida al oxido de bario por inhalación

puede provocar bronquitis, acompañada de tos, flemas

y/o disnea. En un estudio limitado se observaron

cambios histopatológicos pequeños en los pulmones de

ratas expuestas a sulfato de bario en concentraciones de

40 mg/m

3

 durante cinco horas al día, cinco días a la



semana, pero no se obtuvieron pruebas del potencial

fibrogénico. En los estudios en animales utilizando la

instilación de sulfato de bario en las vías respiratorias se

han puesto de manifiesto respuestas inflamatorias y

formación de granulomas en los pulmones; cabe esperar

este efecto de la exposición a cantidades importantes de

cualquier polvo de baja solubilidad, debido a un cambio

en la eliminación pulmonar y el consiguiente efecto en

los pulmones.

Los datos actualmente disponibles indican que el

bario no parece representar un peligro para la reproduc-

ción o el desarrollo, aunque los estudios en animales son

limitados. El bario no fue carcinógeno en las biovalora-

ciones normalizadas realizadas con roedores en el marco

del Programa Nacional de Toxicología. Aunque no se

dispone de datos in vivo, los datos obtenidos in vitro

indican que los compuestos de bario no tienen potencial

mutagénico.

La ingesta oral con el agua de bebida y los

alimentos es la vía más frecuente de exposición a los

compuestos de bario para la población general. En el

entorno ocupacional, los datos de la industria británica

y los pronósticos realizados mediante el modelo de

Estimación y evaluación de la exposición a sustancias

(EASE) parecen indicar que las exposiciones se pueden

mantener a un nivel inferior a 10 mg/m

3

 en un promedio



ponderado por el tiempo de ocho horas (polvo inhalable

total). En algunas situaciones se podrá contener a

niveles muy inferiores a éste. En algunas tareas se

pueden producir exposiciones breves a concentraciones

superiores a 10 mg/m

3

.



Los efectos finales críticos en las personas para la

toxicidad derivada de la exposición al bario y los

compuestos de bario parecen ser la hipertensión y la

disfunción renal. Utilizando una concentracione sin

efectos adversos observados (NOAEL) en las personas

de 0,21 mg de bario/kg de peso corporal al día, se ha

obtenido en este documento un valor de la ingesta

tolerable de 0,02 mg/kg de peso corporal al día para el

bario y los compuestos de bario.

El bario disuelto en el entorno acuático puede

representar un riesgo para organismos acuáticos como

los dáfnidos, pero al parecer el riesgo es menor para los

peces y las plantas acuáticas, aunque los datos son

limitados. No se han notificado efectos adversos en

evaluaciones ecológicas de plantas terrestres o de flora y

fauna silvestres, aunque se conocen algunas plantas

capaces de bioacumular bario del suelo.



THE CONCISE INTERNATIONAL CHEMICAL ASSESSMENT DOCUMENT SERIES

Azodicarbonamide (No. 16, 1999)

Benzoic acid and sodium benzoate (No. 26, 2000)

Benzyl butyl phthalate (No. 17, 1999)

Beryllium and beryllium compounds (No. 32, 2001)

Biphenyl (No. 6, 1999)

1,3-Butadiene: Human health aspects (No. 30, 2001)

2-Butoxyethanol (No. 10, 1998)

Chloral hydrate (No. 25, 2000)

Crystalline silica, Quartz (No. 24, 2000)

Cumene (No. 18, 1999)

1,2-Diaminoethane (No. 15, 1999)

3,3'-Dichlorobenzidine (No. 2, 1998)

1,2-Dichloroethane (No. 1, 1998)

2,2-Dichloro-1,1,1-trifluoroethane (HCFC-123) (No. 23, 2000)

N,N-Dimethylformamide (No. 31, 2001)

Diphenylmethane diisocyanate (MDI) (No. 27, 2000)

Ethylenediamine (No. 15, 1999)

Ethylene glycol: environmental aspects (No. 22, 2000)

2-Furaldehyde (No. 21, 2000)

HCFC-123 (No. 23, 2000)

Limonene (No. 5, 1998)

Manganese and its compounds (No. 12, 1999)

Methyl chloride (No. 28, 2000)

Methyl methacrylate (No. 4, 1998)

Mononitrophenols (No. 20, 2000)

Phenylhydrazine (No. 19, 2000)



N-Phenyl-1-naphthylamine (No. 9, 1998)

1,1,2,2-Tetrachloroethane (No. 3, 1998)

1,1,1,2-Tetrafluoroethane (No. 11, 1998)

o-Toluidine (No. 7, 1998)

Tributyltin oxide (No. 14, 1999)

Triglycidyl isocyanurate (No. 8, 1998)

Triphenyltin compounds (No. 13, 1999)



Vanadium pentoxide and other inorganic vanadium compounds (No. 29, 2001) 

To order further copies of monographs in this series, please contact Marketing and Dissemination,

World Health Organization, 1211 Geneva 27, Switzerland

(Fax No.: 41-22-7914857; E-mail: bookorders@who.int)

Document Outline

  • TABLE OF CONTENTS
  • FOREWORD
  • CICAD PREPARATION FLOW CHART
  • 1. EXECUTIVE SUMMARY
  • 2. IDENTITY AND PHYSICAL/CHEMICAL PROPERTIES
  • 3. ANALYTICAL METHODS
  • 4. SOURCES OF HUMAN AND ENVIRONMENTAL EXPOSURE
  • 5. ENVIRONMENTAL TRANSPORT, DISTRIBUTION, AND TRANSFORMATION
  • 6. ENVIRONMENTAL LEVELS AND HUMAN EXPOSURE
    • 6.1 Environmental levels
    • 6.2 Human exposure
  • 7. COMPARATIVE KINETICS AND METABOLISM IN LABORATORY ANIMALS AND HUMANS
  • 8. EFFECTS ON LABORATORY AMMALS AND IN VITRO TEST SYSTEMS
    • 8.1 Single exposure
    • 8.2 Irritation and sensitization
    • 8.3 Short-term exposure
    • 8.4 Medium-term exposure
    • 8.5 Long-term exposure and carcinogenicity
    • 8.6 Genotoxicity and related end-points
    • 8.7 Reproductive toxicity
    • 8.8 Immunological and neurological effects
  • 9. EFFECTS ON HUMANS
    • 9.1 Case reports
    • 9.2 Epidemiological studies
  • 10. EFFECTS ON OTHER ORGANISMS IN THE LABORATORY AND FIELD
  • 11. EFFECTS EVALUATION
    • 11.1 Evaluation of health effects
      • 11.1.1 Hazard identification and dose–response assessment
      • 11.1.2 Criteria for setting tolerable intakes/ concentrations or guidance values for barium and barium compounds
      • 11.1.3 Sample risk characterization
        • 11.1.3.1 Ingestion
        • 11.1.3.2 Occupational (barium sulfate)
      • 11.1.4 Uncertainties in the evaluation of health risk
    • 11.2 Evaluation of environmental effects 
  • 12. PREVIOUS EVALUATIONS BY INTERNATIONAL BODIES
  • REFERENCES
  • APPENDIX 1 — SOURCE DOCUMENTS
  • APPENDIX 2 — CICAD PEER REVIEW
  • APPENDIX 3 — CICAD FINAL REVIEW BOARD
  • INTERNATIONAL CHEMICAL SAFETY CARDS
    • BARIUM
    • BARIUM CHLORATE
    • BARIUM CHLORIDE
    • BARIUM CHLORIDE, DIHYDRATE
    • BARIUM OXIDE
    • BARIUM PEROXIDE
    • BARIUM SULFATE
  • RÉSUMÉ D’ORIENTATION
  • RESUMEN DE ORIENTACIÓN
  • THE CONCISE INTERNATIONAL CHEMICAL ASSESSMENT DOCUMENT SERIES
  • ORDERING INFORMATION

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