LAS TOBAS EN ESPA ˜
NA
Como las part´ıculas alfa tienen un reducido poder de penetraci´
on hay que depositar los ra-
dion´
ucleos en una c´
amara al vac´ıo y muy cerca de los detectores de barrera de silicio (Figuras
7.4c y 7.4d). ´
Estos contabilizan los impulsos generados por la emisi´
on de part´ıculas alfa que son
proporcionales a su energ´ıa cin´
etica. Cada impulso es cuantificado y clasificado seg´
un su energ´ıa
mediante un multicanal, lo cual permite diferenciar distintos picos correspondientes a distintas
energ´ıas. Estas energ´ıas son caracter´ısticas de cada radion´
ucleo (Fig. 7.5).
Figura 7.5: Ejemplo de un espectro de los distintos radiois´
otopos de torio y uranio de una toba en la provincia de
Almer´ıa. En este caso puede apreciarse la pr´
acticamente nula contaminaci´
on de
232
Th y en este caso la relaci´
on
de actividades
230
Th/
234
U nos proporciona la edad. El
228
Th y
232
U corresponden al trazador utilizado para
determinar los rendimientos del proceso de separaci´
on y purificaci´
on del U y Th.
En el caso del m´
etodo de dataci´
on basado en el desequilibrio entre el padre
234
U y su hijo
230
Th,
las energ´ıas de las part´ıculas alfa emitidas por el
234
U (el 72 % a 4.77 MeV y el 28 % a 4.72 MeV)
son muy pr´
oximas a las del
230
Th (el 76 % a 4.68 MeV y el 24 % a 4,62 MeV) y es imprescindible,
en espectrometr´ıa alfa, separar por m´
etodos qu´ımicos ambos radiois´
otopos.
El procedimiento de separaci´
on qu´ımica del uranio y el torio comporta la disoluci´
on total de la
muestra y la incorporaci´
on de un radiois´
otopo trazador de actividad conocida (generalmente
232
U
en equilibrio con su hijo
228
Th), destinado a determinar los rendimientos del proceso de separaci´
on
y purificaci´
on del uranio y el torio. Este proceso se efect´
ua mediante columnas de intercambio
i´
onico. Finalmente, ambos elementos se electrodepositan de modo separado en planchetas de cobre
o plata. Para minimizar los errores en la determinaci´
on de la actividad de cada radion´
ucleo emisor
de part´ıculas alfa, la cantidad de impulsos medidos deben alcanzar valores pr´
oximos a los 104 cps,
lo que a veces requiere una semana.
La utilizaci´
on de la espectrometr´ıa de masa por ionizaci´
on t´
ermica (TIMS) desde finales de los
a˜
nos 1980, as´ı como la utilizaci´
on de la ablaci´
on por l´
aser (Stirling et al., 2000) ha supuesto un
gran avance respecto a la tradicional espectrometr´ıa alfa, debido a un menor consumo de muestra,
a una mayor precisi´
on anal´ıtica y a una reducci´
on de tiempo en el proceso anal´ıtico.
96
8.
DATACI ´
ON POR RACEMIZACI ´
ON DE
AMINO ´
ACIDOS
J. E. Ortiz1 y T. de Torres2
Grupo de Estudios Ambientales. Dpto. de Ingenier´ıa Geol´
ogica. E.T.S.I. Minas. Universidad Polit´
ecnica de Madrid.
C/ R´ıos Rosas, 21. 28003 Madrid
1. joseeugenio.ortiz@upm.es
2. trinidad.torres@upm.es
1.
BASE DEL M´
ETODO
La racemizaci´
on de amino´
acidos como herramienta geocronol´
ogica se ha revelado como un ex-
celente m´
etodo para poder datar dep´
ositos cuaternarios tanto continentales como marinos. La base
del m´
etodo es sencilla. En los seres vivos -a excepci´
on de algunas bacterias- todos los amino´
acidos,
constituyentes b´
asicos de las prote´ınas, son lev´
ogiros (el grupo amino est´
a situado a la izquierda
de la mol´
ecula). Tras la muerte del individuo, sea cual sea su complejidad biol´
ogica, se produce
el fen´
omeno conocido como racemizaci´
on: el grupo amino de los L-amino´
acidos va cambiando de
posici´
on y aparecen D-amino´
acidos. Este fen´
omeno es una reacci´
on qu´ımica reversible de primer
orden que alcanza el equilibrio cuando la relaci´
on D/L alcanza la unidad. Existen amino´
acidos con
dos carbonos en los que el grupo amino puede cambiar indistintamente de uno a otro carbono,
proceso que se denomina epimerizaci´
on que ocurre t´ıpicamente con la isoleucina, alcanz´
andose el
equilibrio cuando la relaci´
on Allo/Ille alcanza el valor de 1.3.
Como se trata de una reacci´
on dependiente del tiempo, su transformaci´
on en herramienta
geocronol´
ogica es inmediata. Sin embargo, dado que los amino´
acidos suelen estar formando par-
te de mol´
eculas m´
as largas (prote´ınas, polip´
eptidos, etc.) esta transformaci´
on directa (racemiza-
ci´
on/epimerizaci´
on
tiempo) no es tal y se ha de recurrir a un calibrado del m´etodo (Fig. 8.1),
como se ver´
a posteriormente.
2.
LA TEMPERATURA
La racemizaci´
on/epimerizaci´
on es un proceso sensible a los par´
ametros ambientales, particular-
mente la historia t´
ermica, de tal manera que el l´ımite de aplicaci´
on del m´
etodo var´ıa en funci´
on
de la localidad geogr´
afica. Por ejemplo, para regiones ´
articas donde el rango de temperatura var´ıa
entre -7 y -12
º C, el estado rac´emico se obtiene aproximadamente a los 10 Ma (Wehmiller, 1982),
mientras que en zonas tropicales como Nueva Guinea, el alcance del m´
etodo no supera los 125 ka
(Hearty y Aharon, 1988). En la Pen´ınsula Ib´
erica, el l´ımite del m´
etodo se sit´
ua entorno a 1.3 Ma
(Torres et al., 1997; Ortiz et al., 2004).
3.
LOS MATERIALES
Cualquier material biol´
ogico es susceptible de ser datado por an´
alisis de la racemizaci´
on de
amino´
acidos, pero algunos son mucho m´
as adecuados que otros. Existe una gran variedad de ma-
teriales datables incluyendo ostr´
acodos (McCoy, 1988; Ortiz et al., 2004), moluscos (Goodfriend,
1987), foramin´ıferos (Hearty et al., 2004), dientes y huesos (Bada y Prost, 1973), c´
ascaras de huevo
97
LAS TOBAS EN ESPA ˜
NA
(Miller et al., 1991) e, incluso, alguno basado en el empleo de sedimento (Hearty y Kaufman, 2000).
Seg´
un nuestra experiencia son los moluscos y, fundamentalmente, los ostr´
acodos los que mejor se
comportan en la dataci´
on de acumulaciones tob´
aceas, no s´
olo por su conspicua presencia, sino por
la alta cantidad de amino´
acidos presentes en sus valvas.
Sin embargo, la racemizaci´
on es un proceso que depende del g´
enero: la velocidad de racemizaci´
on
var´ıa seg´
un el g´
eneros, de tal manera que solamente son comparables las relaciones de racemizaci´
on
del mismo tax´
on y sometidas a la misma historia t´
ermica. Asimismo, cada amino´
acido (alanina,
valina, prolina, isoleucina, leucina, ´
acido asp´
artico, ´
acido glut´
amico y fenilalanina, entre otros) tiene
una velocidad de racemizaci´
on distinta, por lo que los valores D/L de cada amino´
acido obtenidos en
una muestra determinada no coinciden (Fig. 8.1), de manera que en cada an´
alisis se tienen varios
estimadores independientes de edad.
Figura 8.1: Algoritmos de c´
alculo de edad para valores de racemizaci´
on del ´
acido asp´
artico y glut´
amico de ostr´
aco-
dos de la zona central y sur de la Pen´ınsula Ib´
erica (Ortiz et al., 2004).
4.
LA DATACI ´
ON
Uno de los mayores condicionantes del uso como herramienta geocronol´
ogica de la racemizaci´
on
de amino´
acidos es precisamente la determinaci´
on de una edad num´
erica de la muestra ya que
el resultado de un an´
alisis es simplemente una serie de relaciones de racemizaci´
on (D/L). Para
transformar las relaciones D/L de los diferentes amino´
acidos en edad se puede recurrir a ensayos
de cin´
etica en laboratorio (Mitterer and Kriausakul, 1989), aunque el sistema m´
as empleado es un
calibrado con otros m´
etodos de dataci´
on, generalmente radiom´
etricos como U-Th,
14
C, ESR y/o
TL.
De esta manera se obtienen algoritmos de c´
alculo de edad para los valores de racemizaci´
on de
amino´
acido para un determinado tax´
on y en una zona con una historia t´
ermica determinada. La
edad media se calcula a partir de datos promedio de edades obtenidas para cada amino´
acido, lo
que permite una mejor aproximaci´
on a una edad num´
erica m´
as precisa. En Torres et al. (1997)
y Ortiz et al. (2004) se determinan los algoritmos de c´
alculo de edad de gaster´
opodos terrestres
y dulceacu´ıcolas y ostr´
acodos, respectivamente, para la zona central y sur de la Pen´ınsula Ib´
erica
(Fig. 8.1) y que se han aplicado a la dataci´
on de dep´
ositos tob´
aceos (Torres et al., 2005; Ortiz et
al., 2009).
En cualquier caso, la racemizaci´
on de amino´
acidos se puede emplear para establecer una data-
98
8. DATACI ´
ON POR RACEMIZACI ´
ON DE AMINO ´
ACIDOS
ci´
on relativa (Aminoestratigraf´ıa), sin necesidad de transformarla en edades num´
ericas, simplemente
comparando las relaciones de racemizaci´
on. La aminoestratigraf´ıa consiste en situar en orden es-
tratigr´
afico localidades geol´
ogicas, paleontol´
ogicas o arqueol´
ogicas a partir de las relaciones D/L
obtenidas en f´
osiles del mismo grupo (g´
enero) que se han preservado bajo condiciones ambientales
e historias t´
ermicas similares.
5.
LOS ERRORES
Como todo proceso de laboratorio, las dataciones num´
ericas est´
an sometidas a errores cuya
magnitud se puede acotar. Este proceso permite asignar una edad m´
as o menos aproximada al
material objeto de estudio. El error total de la edad obtenida estar´
a compuesto de los siguientes
errores parciales:
l. Error del instrumento: la variabilidad de las condiciones ambientales, los procesos electr´
onicos
que afectan a los equipos o la influencia de los operadores impiden que los resultados de un an´
alisis
sean exactamente iguales en momentos distintos. Este error es acotable.
2. Error del an´
alisis: se obtiene f´
acilmente repitiendo el an´
alisis de una muestra.
3. Error en la preparaci´
on de la muestra: de igual forma que en el error de instrumento, las
condiciones en las que se preparan las muestras y la influencia del operario o los reactivos pueden
variar a lo largo del tiempo, determinando los resultados posteriores.
4. Error de la muestra se deriva del muestreo en campo. Para minimizarlo es preciso dise˜
nar
de forma adecuada las campa˜
nas de toma de muestras, as´ı como realizar la recogida en condicio-
nes de calidad y cantidad ´
optimas. Para la adquisici´
on de restos biol´
ogicos en el sedimento ser´
a
necesario evitar las zonas meteorizadas o alteradas, que pueden haber sufrido contaminaci´
on por
organismos actuales o procesos qu´ımicos. A pesar de ello, la dataci´
on de determinados materiales
resulta necesariamente arriesgada, debido a la escasez o a las condiciones en que qued´
o depositado.
En este sentido se debe tener en cuenta la variaci´
on entre ejemplares, la variaci´
on entre g´
eneros,
la variaci´
on natural dentro del dep´
osito debido a la diag´
enesis y la variaci´
on geogr´
afica (historia
t´
ermica).
6.
LA METODOLOG´
IA
El material es recogido con medios est´
eriles y guardado en bolsas de pl´
astico de un s´
olo uso. Hay
que intentar recoger las muestras en zonas alejadas (50 cm
-1
m) de la superficie del afloramiento
para evitar la influencia solar directa, desechando aquellos restos que tengan manchas de algas o
l´ıquenes y tinciones minerales que pudieran aportar amino´
acidos actuales (contaminaci´
on). Una
vez en el laboratorio, las muestras se limpian mec´
anica y qu´ımicamente.
Tradicionalmente el an´
alisis de la racemizaci´
on/epimerizaci´
on de amino´
acidos se llevaba a cabo
mediante cromatograf´ıa de gases (GC) (Wehmiller, 1982; Goodfriend, 1987), necesit´
andose una
cantidad de muestra que en moluscos oscila entre 40-80 mg. Desde hace relativamente poco tiempo,
la cromatograf´ıa l´ıquida de altas prestaciones (HPLC) permite el an´
alisis casi robotizado de las
muestras (Kaufman and Manley, 1998), que pueden tener un peso de 1-5 mg (moluscos) e, incluso,
0.01mg (una valva de ostr´
acodo) o inferior (foramin´ıferos).
Esto permite analizar un n´
umero representativo de muestras de cada nivel objeto de estudio,
obteniendo informaci´
on suficiente para que, mediante un an´
alisis estad´ıstico elemental, se pue-
dan desechar valores an´
omalos. Adem´
as, la concentraci´
on elevada de alg´
un amino´
acido inhabitual,
serina, permite desechar muestras ya que es un indicador de contaminaci´
on (Hearty et al., 2004).
En general, en los afloramientos de tobas lacustres, palustres y fluviales, las litolog´ıas m´
as
favorables son las de grano fino (limos, margas, lutitas) en las que f´
acilmente se recuperan ostr´
acodos
y moluscos. Los niveles cementados, tan t´ıpicos de las tobas de fuente, son poco favorables ya que
los escasos gaster´
opodos visibles suelen estar fuertemente meteorizados o s´
olo permanecen moldes.
Incluso en estos casos, la b´
usqueda detallada permite encontrar lent´ıculas m´
as detr´ıticas que pueden
tener estos caparazones.
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